Secuestran autos "truchos" en un taller de Bariloche

Se trata de un Fiat Uno y de un Jeep carrozado.

Hallaron blocks con numeración adulterada.

El Fiat Uno había sido robado en La Matanza, mientras que el jeep presentaba irregularidades, al igual que los blocks con las numeraciones adulteradas.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En consonancia con los operativos que se realizan en la provincia de Buenos Aires y en otras ciudades del país, la policía rionegrina intensificó los controles a talleres y desarmaderos de autos, y en distintos procedimientos secuestró dos autos y cinco blocks de motores que podrían provenir de ilícitos.

Entre otros operativos, el personal de Toxicomanía y Leyes Especiales realizó una inspección en un predio suburbano dedicado al desarmadero de autos y venta de repuestos y accesorios usados, y secuestró autopartes y piezas de motores de dudoso origen. Además, por disposición de la jueza Silvia Baquero Lazcano, los uniformados allanaron un taller mecánico ubicado en la avenida Doce de Octubre y secuestraron un Fiat Uno y un Jeep carrozado y ensamblado con piezas de distintos automotores El primer auto registraba pedido de secuestro porque había sido robado en la localidad de La Matanza, y el otro tenía adulterado el número del motor. Por este último procedimiento hay dos personas detenidas, pero por la tenencia de los blocks con numeración borrada o destruida no se ordenaron detenciones.

Los autos que estaban en el taller tenían las patentes adulteradas, y hasta el momento se ignora si pertenecían a los dueños del local o los había dejado algún cliente para realizar reparaciones. En el caso de los blocks secuestrados, se advertía con claridad que la numeración había sido destruida a martillazos, o borrada con la superposición de X grabadas sobre el motor.

Las autoridades de la Regional III de Policía anunciaron que continuarán con los procedimientos en talleres, desarmaderos y casas de repuestos de toda la jurisdicción.

El auge del robo de vehículos para desguace co

menzó a manifestarse a partir de la pesificación y el notable aumento de los repuestos y accesorios, pero la circunstancia no es novedosa ni mucho menos, porque ya en otras oportunidades históricas causó alarma el fenómeno. El dictado del Decreto Ley 6582/58, referido a la propiedad del automotor y a los delitos vinculados, obedeció al incremento que se había observado en esos años en el robo de autos, cuando casi no se fabricaba ninguno en el país La norma establecía, por ejemplo, que se castigara con penas de 9 a 20 años el robo con armas de un automotor, mientras que los restantes robos con armas se sancionaban, como en la actualidad, con penas de 5 a 15 años de prisión. Además, no podía concederse la excarcelación ni la condena de ejecución condicional a los que incurrieran en delitos vinculados con la propiedad automotor.

La circunstancia de que esta ley tutelara con mayor severidad al bien semoviente que a la vida humana la hizo caer en desuso antes de su derogación: los jueces dejaron de acatarla cuando aún estaba vigente, asimilando los robos de autos al robo simple o calificado.