Condenaron a un policía que baleó a quemarropa a un evadido

VIEDMA (AV)- A un año y medio de prisión en suspenso fue condenado un policía. El Tribunal lo responsabilizó de haber disparado con balas de goma a una corta distancia contra un detenido de la Alcaidía que intentaba fugarse.

Los jueces interpretaron que el uniformado "sometió a la víctima a padecimientos injustificados al dispararle casi sobre su cuerpo; la distancia de 70 centímetros resulta ínfima, contraria a las disposiciones reglamentarias que se le imponen a los agentes del orden para el uso de armas con balas antitumulto".

Osar Pérez fue también inhabilitado por tres años para desempeñar funciones en la Policía, encuadrando el accionar en la figura de "severidades".

El hecho ocurrió el 19 de junio de 2000, tras ser advertida en la Alcaidía de Viedma la fuga de varios internos que fueron perseguidos por los guardia. Uno de ellos logró detener a uno de los evadidos a varios metros del penal. Mientras lo regresaba al edificio llegaron en ayuda de este efectivo otros dos en un móvil -uno de ellos era el imputado-. En el momento en que se acercaron al uniformado que traía al detenido, éste logró zafarse y emprendió nuevamente la huida.

En esas circunstancias Pérez descendió del patrullero y le disparó con el arma que portaba, provocándole una herida en la región lumbar de donde le extrajeron tres perdigones de goma.

El Tribunal desestimó los argumentos del defensor oficial César Gutiérrez Elcarás, quien pidió la absolución del policía fundamentando que "pudo haberse excedido pero no fue un vejamen".

Los camaristas María del Carmen Vivas de Vázquez, Eduardo Giménez y Gustavo Azpeitía sostuvieron que las facultades que otorga el Código al accionar policial están vinculadas al uso de la fuerza pública en la medida de la necesidad y al deber de detener al que encontrándose legalmente detenido se fuga, supuestos que "no importan que el agente de policía tiene facultades para detener de cualquier modo. Debe ajustarse a las reglamentaciones".