La policía salvó al delincuente en Viedma

VIEDMA (AV)- La policía salvó a un amigo de lo ajeno de la furia de un grupo de vecinos.

Pasadas las 19 del domingo todo parecía calmo en el barrio IPPV de esta capital, hasta que un vecino de la calle Miranda descubrió en su propio auto estacionado frente a su casa a un desconocido. El propietario del rodado comenzó a gritar al intruso y en escasos segundos varias fueron las personas -en su mayoría hombres- que rodearon el vehículo, circunstancia que transformó la audacia del desconocido en una extrema palidez.

Mientras trataba de ocultar entre sus ropas una serie de herramientas que le habrían permitido ingresar al auto y otras tipos ganzúas que aparentemente le facilitarían ponerlo en marcha, el joven ensayó simular la situación con un "ohh!.. me equivoqué de auto!" Lejos de engañar a alguien esta actitud levantó aún más la presión exterior, aumentando el número de personas alrededor del vehículo y la palidez del desconocido de unos 18 años.

Una vecina que observaba la escena temió que algo grave sucediera cuando el hombre descendiera del auto y llamó a la Policía.

Los uniformados llegaron justo en el momento en que el descenso del joven era ya inevitable, en medio de gritos, insultos y gruesos puños que se agitaban en el aire.

El arribo del patrullero descomprimió la ira del vecindario y, lejos de lo que el joven pudo imaginar antes de subir al auto, un gran alivio para él.

En esas circunstancias, sin duda, la opción menos grave era cambiar el auto por el patrullero, antes que enfrentar el enojo de los vecinos.

El joven que residiría en el barrio Guido de esta capital quedó detenido y ayer recuperó la libertad.

Esta es la primera vez que en Viedma sucede una situación de este tipo en la que vecinos se agruparon ante un delito de estas características e intentaron hacer justicia por mano propia. Sólo fue un gran susto para el desconocido pero ¿qué hubiera pasado si la Policía no llegaba en ese momento?.

En varios barrios de esta capital los vecinos se mantienen alerta ante la posibilidad de robos o hurtos, al margen de rejas, alarmas y perros guardianes.