Lunes 14 de julio de 2003

Conocido asaltante sumó otros seis años de cárcel

Tiene 20 años y arrastra otra condena a siete años de prisión. Pese a su juventud, aún tiene varias causas que no llegaron a juicio.En el último caso lo juzgaron por robar dos veces el mismo local.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Segunda del Crimen le aplicó otros 6 años de prisión a Luis Alejandro Paredes Gutiérrez, un joven asaltante nacido en Chile hace 20 años, que desde muy chico se convirtió en un verdadero azote para muchos vecinos.

Lo acaban de juzgar por dos robos con armas, cometidos en sábados consecutivos en el mismo comercio del barrio en que habitaba, el San Francisco III, pero en febrero de este año ya había sido condenado a 7 años de prisión por otros robos con armas, y tiene pendientes de juicio otros delitos que le imputan.

El nombre de Paredes Gutiérrez comenzó a ilustrar las carátulas de las causas penales desde 1999, cuando cumplió 16 años y se convirtió en menor punible, aunque ya antes había delinquido con frecuencia. Pese a su aspecto esmirriado y su baja estatura, se mezcló con los delincuentes más temibles, siempre en la comisión de robos con armas.

Fracasaron los tratamientos tutelares que le impusieron en 1999 y en 2000, luego que lo declararan responsable por sendos robos calificados, y también el que le administraron en la institución "Asumir" por su adicción a las drogas, porque aprovechó la oportunidad para escaparse y continuar delinquiendo.

En esta ocasión, el agente fiscal le atribuyó los siguientes ilícitos: "el 12 de octubre de 2002 a las 20, junto a otra persona no individualizada, haber ingresado al comercio ubicado en Caracas y Costa Rica, esgrimiendo un arma de fuego, y luego de intimidar a los presentes, haber sustraído 1.035 pesos; haber ingresado al mismo comercio el sábado siguiente a las 21.20, esgrimiendo un arma de fuego con la que intimidó a moradores y clientes, y sustraído 500 pesos, junto a otra persona no identificada".

En su descargo, Paredes Gutiérrez dijo que era afecto a la cocaína y que en el segundo hecho había actuado solo, "a cara lisa". Sostuvo que había utilizado "una pistola 9 milímetros que no andaba, estaba descargada, que encontré en una casa en el barrio Las Quintas, y es la que me secuestran en la causa del tachero, que lleva la Cámara Primera".

El fiscal Enrique Sánchez Gavier sostuvo los cargos, calificó los hechos como "robo con arma reiterado en dos oportunidades", y pidió que lo condenen a 6 años de prisión.

Al redactar su voto y propiciar la pena solicitada por el fiscal, el juez César Lanfranchi reflexionó sobre el testimonio de la propietaria del local asaltado: "vale recordar que la patética versión de la propietaria, que dio a la policía los datos fisonómicos acordes con el ahora preso, habiéndolo señalado como autor de ambos sucesos, mirándolo a la cara al acusado, emocionadamente expuso en tono de reclamo: me cambió la vida, ya no duerno, el desamparo de ese barrio es total". Tres asaltos con armas, y dos robos ejecutados en horario nocturno y en un corto lapso, acabaron con el capital y los sueños de la comerciante, antes de completar la habilitación de su comercio.

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