Demencial asesinato de una comerciante neuquina

El viernes por la noche al subirse al auto, luego de cerrar su local en el barrio Gregorio Alvarez, dos sujetos aparecieron y le exigieron dinero. Se negó y la balearon en la

Los habitantes del barrio Gregorio Alvarez se vieron preocupados frente al local de la víctima, en el centro comercial 2.

NEUQUEN (AN).- Una comerciante del barrio Gregorio Alvarez murió ayer luego del demencial ataque de un grupo de jóvenes, que respondieron con un balazo en la cabeza al intento de la mujer por resistir un asalto.

Entre dos y tres muchachos esperaron a que un matrimonio cerrara las puertas del mercadito que atienden en el centro comercial 2 y cuando se aprestaban a subir al auto los intimidaron para que les entregara la recaudación.

La mujer se habría negado y de inmediato llegó el disparo El hecho ocurrió alrededor de las 23.30 del viernes y la víctima murió a las 5 de ayer, en el hospital Los vecinos, indignados, reclamaron la presencia del jefe de la Policía de Neuquén, Juan Carlos Lezcano, quien ayer les prometió más vigilancia (ver aparte).

El alevoso crimen se produjo apenas unos días después de que en similares circunstancias acribillaran un quiosquero del vecino barrio Villa Ceferino. Y puso máxima tensión en la población por la falta de seguridad en la ciudad.

Los autores de la muerte de Carmen Lorenza Lupian Guajardo, de 39 años, fueron vistos por los vecinos cuando merodeaban por el lugar. Incluso, algunos los habrían saludado.

Tras el ataque al matrimonio salieron corriendo hacia el norte, en dirección al sector La Estrella, un asentamiento ilegal que junto a otros dos, rodean el complejo habitacional.

"No estoy en condiciones de hablar ahora. Después, sin problema hablo con ustedes. Sepan disculpar", dijo a los periodistas Marcelo Mora, esposo de la víctima, cuando ayer regresó al mercadito a retirar cosas personales. La familia vive en Villa Ceferino, tiene dos hijos, Lucas de 10 años y Matías de 3 y desde hace unos dos años explotan el mercadito en Gregorio Alvarez.

"Hice como siempre, de acuerdo a cómo andaba la venta nos íbamos entre 22.30 y 23. Antes ya había cerrado la puerta y las ventanas y atendía por las rejas. Como íbamos a irnos miré para todos lados, no vi a nadie y salimos", le relató Mora a la Policía. Agregó que habían abierto las puerta del auto -un Renault 12 verde- y que dos sujetos los encararon, por separado, con un arma de fuego cada uno. No distinguió si era revólveres o pistolas "Yo estaba atento a mi agresor, cuando escuché un disparo", contó Mora en un breve relato a los investigadores. Hasta ayer, el hombre no había prestado declaración.

Ayer a la tarde una fuente extraoficial señaló que habría un detenido, aunque no sería uno de los autores del crimen.

Por su parte, el comisario Víctor Rizzi, jefe de la comisaría 21 del barrio Melipal que investiga el hecho, dijo que "no hay detenidos, estamos en plena etapa de investigaciones".

En medio del estupor por los disparos -dicen que fueron más de uno- los vecinos acudieron de inmediato a ayudar a las víctimas. "Vi que sangraba de la nuca, no otra herida. De mi inmediato me di cuenta que no podía hacer nada y pedimos la ambulancia", señaló Juan Castillo, un vecino que es trabajador de la salud en el hospital Castro Rendón.

"Yo los vi cuando se iban corriendo, pero de espalda. Uno tenía bruzo gris, campera roja y gorra, otro vaquero de jean negro y campera verde y otro campera con franjas negras", describió a los delincuentes una mujer.

Lezcano tuvo que responder al enojo vecinal

El comisario Juan Carlos Lezcano, jefe de la Policía provincial, junto a sus inmediatos colaboradores, concurrió a escuchar los reclamos que plantearon los vecinos del barrio Gregorio Alvarez, indignados tras el crimen de Carmen Lupian. "Hubo un momento en que los ánimos se exaltaron, pero es comprensible, porque el malestar es muy grande y rara vez se tiene a una autoridad cara a cara para pedirle soluciones", dijo Sixto Vázquez, presidente de la vecinal.

Vázquez señaló que, tras el mal momento, Lezcano encarriló el diálogo y la gente se expresó con amplitud. Los planteos fueron de todo tipo, pero el jefe policial argumentó la carencia de personal suficiente para atender todas las necesidades.

"No obstante, nos prometió que reforzará la dotación de efectivos y se dará más apoyo para cubrir la zona", añadió Vázquez.

Las quejas de los vecinos son interminables a raíz de los hechos de violencia que padecen. Apuntan a los asentamientos que rodean el barrio "A mí me han robado en el negocio cuatro veces", dijo una vecina, que tiene su comercio a pocos metros del lugar del crimen del viernes.

"A mi hijo le sacaron las zapatillas y la campera, a plena luz del día, amenazándolo con una sevillana", dijo una mujer que ocupa el tercer piso de una de las tiras de departamentos. Añadió que días atrás desconocidos subieron hasta su departamento, simularon pedir ayuda y ante la duda optó por llamar a la policía. Cuando llegaron los efectivo los desconocidos desaparecieron, pero al rato empezaron a apedrearle el techo. (AN)