Significativa alza del consumo de producción primaria neuquina

NEUQUEN (AN).- Los productores de fruta fina y los ganaderos neuquinos están de parabienes. Al menos por la incidencia del consumo de cerezas y frambuesas y carne vacuna producidas en la provincia por parte de los consumidores locales en hipermercados y pequeños comercios.

La presencia de cerezas y frambuesas cultivadas en la zona de Confluencia triplicó su presencia en las góndolas de los hipermercados y pasó del 8 al 25% en un año según datos oficiales. En el mismo período, la carne vacuna de origen neuquino duplicó su participación en el mercado y creció del 8% al 16%.

Según el jefe de gabinete, José Brillo, esos datos reflejan el principio de la reconversión productiva de la mano del eslogan del gobierno provincial que impulsa la utilización de los ingresos recibidos por recursos no renovables -petróleo y gas- en la generación de riqueza renovable -producción primaria, fundamentalmente-.

El incremento en el consumo de carne vacuna, por ejemplo, se debió al programa de incentivos a la producción que constituye "uno de los ejes" de la gestión actual de Jorge Sobisch.

Brillo, en un extenso reportaje ofrecido al programa radial "Sinpelos", de LU5, recordó las vicisitudes de la barrera sanitaria y cómo las negociaciones con el Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria, Senasa, llevaron a "correr" los límites hacia el sur y la constitución de una virtual "cuota Hilton interna" para la provincia con los incentivos que reciben 3.200 productores ganaderos.

Se refirió también a los proyectos para el desarrollo agropecuario de 500 hectáreas en Picún Leufú, que incluyen a un inversor chileno y otro argentino. La iniciativa supone "cultivar forrajes y asociarlo a una eventual producción ganadera".

Volvió a la cuestión de la barrera sanitaria y aseguró que ahora "se terminaron los problemas", y puntualizó uno tras otro los diversos subprogramas que integran el plan de producción del sobischismo. Mencionó la importancia, para una futura gestión gubernamental, de la integración con Chile, en cuanto a la ganadería, el turismo, la actividad hidrocarburífera y forestal.

Destacó el impulso otorgado a los productores asociados a la Cámara del Limay -que empezó la gestión sobischista con 30 asociados y ahora nuclea a 1.500- y al Mercado Concentrador, que estaba a punto de clausurarse -solamente tenía tres puestos en funcionamiento- y está a punto de convertirse en un centro neurálgico de la distribución de frutas, verduras y alimentos frescos en la provincia.