Un derby desigual que duró un set

Independiente jugó en un nivel alto y le ganó a Pacífico.

Muñoz, Berra, Quiroga y tres de Sánchez para hacer historia.

"Quiroguita" jugó un rato y se dio el gusto de anotar el sexto de Independiente. El equipo de Coronel fue muy superior en el clásico.

NEUQUEN (AN).- Hace tiempo que viven realidades diferentes. Uno es el "rico" y el otro anda a los "ponchazos". Uno tiene fútbol privatizado y agranda su plantel semana tras semana y el otro se las arregla con lo que tiene. Son el agua y el aceite y ayer se notó a la legua. Independiente demolió a Pacífico por 6-0 y por fin pudo demostrar la superioridad que existe en la última década.

Si bien los antecedentes favorecían al "rojo", el clásico rival siempre se las ingeniaba para complicarle la vida. Esto quedó de lado en la segunda fecha del Clausura 2003 y con una interesante demostración, el equipo orientado por Gustavo Coronel festejó ante su público en el derby capitalino.

Hasta los 21 fue un cruce parejo e incluso la jugada más clara estuvo en los pies de Rafael Leiva, que a punto estuvo de clavar un golazo, pero su disparo dio en el travesaño, con Nico Peralta vencido.

Con el gol de Roberto Muñoz, la historia cambió, el dueño de casa se agrandó y siete minutos más tarde encontró el segundo. Esa maniobra reflejó la realidad de uno y otro: Juan Sánchez recibió en el área y ante la atenta mirada de una defensa estática, se dio vuelta, eligió donde ponerla y salió a festejar.

Faltaba mucho y la frase del "Bambino" Veira del 2-0 como peor resultado rondó el ambiente durante el descanso, pero rápidamente quedó archivada con la conquista de Manuel Berra a los 58 segundos del complemento.

Todo lo que Héctor Sepúlveda pudo decir en el vestuario se vino a pique y la única que le quedaba a Pacífico era tratar de hacer un buen papel y "comerse" la menor cantidad de tantos posibles.

Esto no ocurrió, porque Independiente manejó el balón con criterio y los goles llegaron solos. Sánchez decoró una buena tarde con dos conquistas más y Juan Quiroga le puso la frutilla al postre cuando el encuentro se iba y todos los termos ya descansaban en sus canastas.

Pasó el clásico neuquino y el resultado no debe sorprender a nadie. Hoy por hoy, el "rojo" es mucho más que el "decano" y aunque perdió en el arranque con San Lorenzo la chapa de candidato la mantiene intacta. Con un par de puntos más estará en la liguilla, pero su objetivo es el campeonato y ahí apuntan sus cañones.

En Pacífico no queda otra que trabajar, encontrar el equipo y tratar de agotar todas las posibilidades para meterse entre los ocho que jugarán el reducido a partir de octubre.