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La "garra puma" grabada en el corazón

El tercera línea habla de su gran pasión y del próximo Mundial.

"Tati" Phlean, uno de los históricos jugadores del rugby argentino, está a punto de cerrar su excelente campaña deportiva.

Admirado por muchos. Respetado por todos. Trato gentil, franco, directo. Amable. Grandeza y espíritu deportivo. Una vida dedicada al rugby. Cientos y cientos de tackles. Rivales derribados en todas las latitudes "Es una pared", dicen Es unos de los máximos exponentes de esa afamada 'garra' puma. "Siempre dejo todo en la cancha, eso me hace sentir bien", expresa Santiago "Tati" Phelan, en diálogo con 'Río Negro'.

- ¿Cómo definís el ambiente del rugby?

- Como un lugar donde uno recibe muchos conceptos que lo van a ayudando en la vida. Una de las virtudes de este juego es que te brinda amistad. Es un juego de conjunto donde hay compañerismo. Este deporte es una forma de educación para cualquier persona. Te da respeto, sacrificio... Hay factores y valores que hacen al rugby un deporte distinto a los demás. Eso es lo que te hace seguir jugando, más allá de la diversión y la competencia.

- Como toda sociedad hay cosas buenas y malas...

- Claro que sí. No es un ambiente exclusivo donde todos son buenas personas. Algo positivo es el tercer tiempo. Después del partido uno comparte un momento con el adversario más allá del resultado y conoce gente.

- ¿Y qué no te gusta?

- Como todo deporte tiene un reglamento... Hay mucha gente que sale de las reglas y juega con mala intención. Es un deporte de contacto y a veces hay mucha mala intención. Algunos jugadores no entiendan lo que es est deporte.

- ¿Te pegaron con mala intención alguna vez?

- No, no... En un montón de partidos me he peleado, me han pegado y he pegado. Pero todo dentro de las reglas de juego. Pasa que el deporte da para que a veces uno pierda la postura... Creo que el secreto es la educa

ción, autocontrolarse de las adversidades que uno recibe. Ese es un punto importante, porque muchas veces uno quiere descargarse por alguna injusticia.

- ¿Cuál fue el mejor tackle de tu vida?

- No sé. Me acuerdo uno contra Irlanda antes del Mundial, que lo pude enganchar bien y salió de la cancha.

- Afuera de la cancha sos tranquilo pero cuando jugás cambiás.

- Creo que lo mejor es explotar en el partido. A medida que va llegando la hora de jugar, me voy mentalizando. Es una cuenta regresiva. A veces estas medio pasado de rosca y te volvés loco... Pero trato de mantener la concentración para cumplir con mi tarea.

- ¿El partido más difícil con Los Pumas?

- Contra Irlanda, en el Mundial del '99. Defendimos a morir. No queríamos que nos quiten el esfuerzo que habíamos hecho para clasificar a los cuartos de final. Ese partido quedó grabado en la cabeza de todos por la entrega, la actitud y el corazón que puso el equipo.

- ¿A qué jugadores admirás?

- Cuando era chico siempre miraba a Jorge Allen, mi actual entrenador. Me encantaba con la actitud que jugaba, la agresividad, como tackleaba, como corría. Hoy lo admiro. De mis compañeros a Rupa Travaglini. Hoy no está jugando pero hicimos toda la carrera juntos y es un ejemplo por todo lo que hizo. A nivel mundial me gusta el juego

Toda una vida en el CASI

El entrenamiento en el CASI terminó tarde. Todos saludan al Tati, le hacen bromas. El devuelve los chistes. Se ríe. Se le nota que disfruta cada momento con sus compañeros, en un lugar que es como su segunda casa. En el club del que nunca se irá. Donde es símbolo, referente, ídolo de muchos y un ejemplo para lo más chicos.

- ¿Cuáles fueron tus mejores momentos?

- Tuve la suerte de tener una buena etapa juvenil, con un equipo que tuvo éxito y ganó muchos campeonatos. Debutar en primera fue algo inolvidable, con lo que siempre había soñado.

- ¿Un mal momento en el rugby?

- Tuve pocos. Una fractura de peroné que me dejó dos meses parado. También el descenso del '93 cuando el CASI, eso fue algo que me dolió.

- ¿Qué tenés pendiente?

- Nunca ganamos un torneo de la URBA. Por ahí a veces me gustaría terminar la carrera logrando ese campeonato.

- CASI-SIC, es como un River-Boca

- Sí, sí. Mis hijos se tapan la nariz cada vez que pasan por el SIC. Esa parte de la ciudad no me interesa, mi auto no anda ahí (risas).Cuando empieza el año preguntas cuándo es CASI-SIC. Es el eterno rival, el partido que más me gusta.

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