Favre rompió el maleficio del 'óvalo'

En la "Colonia" hubo una invasión de aficionados

Primera victoria de un Ford Falcon en Centenario.

El ganador sacó buena diferencia en el certamen.

Cuando el auto de seguridad dejó el camino libre, Raúl Favre aprovecha para acelerar todo, ya que atrás se apretaban Pablo Saladino, Jorge Hernalz y el resto en una emotiva final del TC Neuquino.

Algunos se jugaron por tres mil personas. Otros se arriesgaron en el cálculo y hablaron de casi cuatro mil Aficionados más, o menos, la cuestión es que el TC Neuquino ratificó que tiene un enorme poder de convocatoria. También que se incrementa cuando la categoría desembarca en el autódromo de Centenario. Lo de ayer fue una verdadera fiesta.

Hubo mucho público, lo que colmó las expectativas de los organizadores, como también de los responsables de la categoría.

Desde muy temprano comenzó el movimiento. Cuando salieron los autos del TC Neuquino para disputar las series, todo el circuito estaba rodeado por los aficionados Aparecieron las banderas, no solo apoyando a los pilotos, sino también a los políticos que están en plena campaña. Y en esta prueba, el que ganó fue el gobernador neuquino Jorge Sobisch. Enormes carteles en diferentes sectores, pero hubo uno que no pasó desapercibido. Lo ubicaron justo en la entrada principal, que apuntaba "se viene el autódromo". Una obra que está en carpeta y puede concretarse pronto en Centenario.

•Sin suerte: La reaparición de Hugo Echavarri no fue la que se imaginó. Estuvo lejos de ser protagonista y encima se tuvo que aguantar las cargadas de su hijo Emilio, quien manejó el Chevrolet hasta la pasada prueba en el "Mosconi" allense.

Después de una mala clasificación, Echavarri venía tratando de recuperar en su serie. Pero un toque lo dejó afuera hasta de la final. No aclaró si buscará revancha.

•En duda: Gastón Dupouy estuvo en la quinta del TC Neuquino, pero tiene su cabeza en la Top Race. Entre mañana y el miércoles probará su Nissan 300 en el autódromo roquense. Recién después decidirá si el domingo se presentará en Mar del Plata, en la séptima fecha del certamen.

"Con papá tenemos el desafío de lograr que el auto rinda como queremos. Si no se dan los tiempos que esperamos en los ensayos de Roca no vamos a Mar del Plata. ¿Si sigo? Es probable que deje todo a fin de año", apuntó Dupouy.

Impecable estuvo Daniel Mellado. Llegó a Centenario con ganas de tomarse revancha y cumplió. Se llevó todo lo que se disputó en la quinta fecha del certamen anual de la Fórmula 850 Promocional.

Igual, festejaron dos al mismo tiempo. Uno fue Mellado, por su triunfo. El otro, el campeón Roberto Bellomo, quien fue segundo y sumó mucho para el certamen.

Fue entretenida la final de la Promocional Si bien siempre mandó Mellado, cuando promediaba la prueba apareció una falla en su auto al acelerar. Se le vinieron encima Bellomo y José Di Pietro.

Las últimas vueltas fueron casi un calvario para Mellado, quien se tuvo que aferrar a la "cuerda" para cuidar la punta, que la buscó hasta el final Bellomo.

•Ostapovich, contundente: Esta vez no estuvo en su nivel el campeón Pablo Costanzi. Y los que en otras oportunidades se tuvieron que resignar a un papel secundario, ahora aprovecharon para mostrar que también pueden acelerar mucho y bien. Fue el caso de Ricardo Ostapovich, quien logró un categórico triunfo en la quinta prueba del certamen del TC-1100.

Ostapovich fue protagonista desde que puso su auto en pista. En clasificación metió un tiempo que asustó a sus rivales. En la serie lo ratificó.

¿Había cómo pararlo? Sólo manotearle la punta en la largada. Pero no pudo ser. Ostapovich estuvo impecable y edificó una victoria soñada, porque se quedó con todo.

Atrás se dieron lindo. Fue segundo Guillermo García y en pista quedó tercero Hugo Sura, pero un recargo lo mandó para atrás. Otra vez subió al podio Rodrigo Penissi. El campeón Costanzi fue cuarto y se mantiene arriba en el certamen.

Algún día se tenía que dar. Los hinchas del "ovalo" esperaron con paciencia. La misma que tuvo Raúl Favre para no enloquecerse por tener que encarar la quinta final del certamen anual del TC Neuquino desde la segunda fila, a pesar de ganar una de las series de ordenamiento. Sabía que el circuito de Centenario no perdona los excesos y el que se equivoca lo paga caro.

El momento esperado llegó, justo cuando parecía que la cosa podía complicarse. Pero en los "fierros" la lógica a veces queda de lado. Lo apuntado puede certificarlo Favre. No venía para otra goleada de los Chevrolet, pero estaban Emilio Cimolai y Rubén Cáceres con dos autos contundentes. Mezclado entre los "chivos" aparecía el Ford Falcon del joven Andrés Tomini.

¿Favre? Ganó la segunda serie, pero la primera donde prevaleció Cimolai fue la más rápida. En la suma de tiempos, el líder del certamen quedaba cuarto. Y justo en un circuito como el de Centenario, difícil como pocos para los sobrepasos.

Pero Favre no se enloqueció. Apostó a su gran auto, a toda su experiencia y también al error de los rivales.

La prueba se definió a los pocos metros de la largada, después de la primera curva en una especie de mixtos. No movió bien Cimolai y Tomini le manoteó la punta. Los dos y Cáceres llegaron "apretaditos" al citado sector, com

prometido como pocos si hay excesos.

El auto de Tomini se desparramó. Fue para un lado y para el otro. En el despiste se llevó puesto a Cimolai y Cáceres Favre levantó, esquivó los golpes por el lado interno, y si bien por unos metros fue superado por Mario Gallego, antes de cerrarse la primera vuelta se quedó con la punta. Otros que escaparon bien fueron Pablo Saladino y Jorge Hernalz.

Hubo que retirar un par de autos, entre los que estaba el de Cáceres, por lo que salió e auto de seguridad. Favre ya tenía el camino libre, por lo que cuando se reanudó la prueba sólo se tuvo que cuidar de no cometer errores.

Favre mandó durante quince vueltas, seguido muy de cerca por Saladino. Pero hizo lo que indica el "manual del buen piloto". Cuidó al extremo en las curvas y aceleró todo en lo derecho.

Saladino se jugó la vida en el último frenaje, pero el riesgo del toque era muy grande, por lo que levantó. Fue el único momento en que peligró el liderazgo de Favre.

No había tiempo para intentar nada más. Favre abrocó su tercer triunfo en la categoría y se afirmó en el certamen.

Cimolai, quien tenía un auto contundente, Cáceres y Tomini fueron los grandes perdedores. También estuvieron los que se destacaron como Mario Gallego, Leo Camelli y Jorge Gutiérrez. Y salvaron la ropa Sebastián Márquez, dueño de una de las mejores maniobras de la final, y Gastón Dupouy, terminando entre los diez después de muchas complicaciones.

Favre rompió el maleficio de los Ford en Centenario. Los hinchas, que fueron más de tres mil, disfrutaron de un espectáculo de primera. Todo por el mismo precio.

"Es muy lindo por la gente"

Algunos lo apodaron el "zorro", por su habilidad para planificar las pruebas. Ayer en Centenario demostró que es el principal candidato al título. Raúl Favre, por más que se empeñe en mantener un perfil muy bajo, sabe que maneja bárbaro y cuenta con un auto contundente. Una fórmula para lograr grandes resultados. Y lo está demostrando en el TC Neuquino En esta prueba de Centenario tuvo toda la paciencia necesaria para edificar un triunfo clave para el certamen.

"La verdad que recién me entero que soy el primero en que puede ganar con un Ford en Centenario. Es muy lindo, sobre todo por la gente de mi equipo y por los aficionados. Ya sumamos tres triunfos, por más que no quiera tengo que pensar en el título", comentó Favre.

Señaló que "los muchachos en la largada se pasaron con las ganas de acelerar. Me facilitaron el trabajo. Cuando se armó el desbande, sólo tuvo que elegir el lugar por donde pasar".

Favre afirmó que "me hubiera gustado que no se quedara ninguno, pero igual salió un espectáculo bárbaro. Pablo (por Saladino) estuvo impecable".