Wimbledon La final femenina

El plato para Serena, la emoción para su hermana

La menor de las hermanas Williams se impuso ante Venus por 4-6, 6-4 y 6-2. Condicionada por una lesión, la mayor tan sólo pudo pelear los dos primeros sets.

Wimbledon terminó este año con dos ganadoras. La real, la que quedará en la historia, será Serena Williams, que revalidó el título logrado el pasado año al imponerse a su hermana por 4-6, 6-4 y 6-2. Sin embargo, quien cautivó al público del All England con su coraje y estoicismo fue Venus, que aguantó sobre el césped hasta el último aliento, pese a que casi no pudo mantenerse en pie durante el tercer set.

La menor de las Williams confirmó los pronósticos y retuvo el título, uniéndose así al selecto club de tenistas que han conseguido defender el título con éxito El duelo, vibrante y disputado hasta el último segundo, estuvo marcado por la lesión que Venus arrastraba desde su partido de semifinales ante la belga Kim Clijsters.

Las cosas, sin embargo, no pudieron empezar peor para la número 1 del mundo, que se encontró con un 0-3 y una Venus que devolvía lo inimaginable y dominando totalmente el juego a fuerza de 'cañonazos' desde el fondo, con un revés inapelable Pero justo cuando el 0-4 parecía inevitable, Serena reaccionó y se anotó con un precioso globo un larguísimo punto que marcó el inicio de la remontada.

Restablecida su confianza con el 1-3, Serena comenzó a parecerse a sí misma y cambió el estilo de juego a uno más agresivo aún, combinando golpes demoledores con remates desde la red que hicieron mucho daño a la dolorida Venus Venus aguantó el despliegue físico de Serena y mantuvo la cabeza fría, lo que le permitió además provocar los nervios y los errores de su hermana que le dieron el primer set.

En el segundo set, la defensora del título aprovechó las dificultades de Venus para mantener su servicio y conseguir el 'break' apenas comenzó el capítulo.

Venus trató de liquidar el partido antes de que el dolor termine con ella y cavó su propia tumba, al protagonizar subidas a la red sin sentido y arriesgar demasiado en sus golpes.

Tras una aparente reacción de la ex campeona de Wimbledon, que sólo sirvió para dar algo de emoción al set (pasó del 5-1 al 5-4), llegó el tercer episodio, en el que el festival se transformó en lamentos.

Venus se derrumbaba tras ceder su servicio de nuevo, y tuvo que ir al vestuario a ser atendida por su fisioterapeuta. Con notables muestras de dolor volvió a la cancha, en un gesto que se ganó los corazones del público británico, alborotado como nunca.

"Si no hubiera sido porque sabía que estaba aquí el público esperando una final, no hubiera salido a jugar, me sentía mal, pero quería jugar por respeto a la gente que había pagado su boleto", dijo.

"Fue muy duro. Eso demuestra la clase de campeona que es Venus y esa actitud fue una inspiración para mí", agregó Serena.

El partido ya estaba definido. Venus debió conformarse con ganar dos veces su servicio antes de que Serena terminase piadosamente con ella.