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Una muestra artística reflexiva

Reinaldo Agosteguis expone sus obras en el porteño Museo Sívori

Reinaldo Agosteguis propone una performance junto al público en la inauguración de "Huellas".

VIEDMA (AV).- El artista plástico Reinaldo Agosteguis mostrará sus obras durante un mes en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori de Buenos Aires, a partir de hoy.

El viedmense centra esta versión de la muestra itinerante "Huellas" en una performance para realizar junto al público el día de la presentación y cinco obras de grandes dimensiones: la instalación "Mapu-Che" -de 6 por 3,60 metros-, y ensamblajes que promedian los dos metros.

Los materiales de esta exposición comenzaron a gestarse en el 2000 y se desarrollaron hasta este año; Reinaldo presentó su carpeta el año pasado, pasó la selección de un cuerpo evaluador y a fines del 2002 le avisaron que tenía fecha fijada para exponer.

La vertiente que exhibe en "Huellas" la viene cultivando desde hace tres años, luego de la etapa de los ensamblajes, que fue derivando en una cuestión más conceptual: "Hoy en general el arte contemporáneo está bajo el paraguas del conceptualismo", explica.

Agosteguis busca su espacio expresivo desde hace algo más de una década, y define que hoy su obra "se inscribe en el arte contemporáneo; es una concepción distinta del arte y lo que considero debe ser la participación activa del público en la construcción de la obra; ya no es el artista el que le dice al público lo que tiene que pensar, sino que éste es el que tiene interpretaciones polisémicas acerca del tema".

"Es una tendencia muy fuerte que se ha afianzado en los últimos veinte años; a partir de una revisión profunda de la naturaleza y la función del arte, empezamos a ver que el arte debe estar penetrado por las problemáticas nuevas de las últimas tres décadas; hay que empezar a mirar hacia nuestra región", argumenta el artista viedmense.

"Se empieza a hablar de inclusividad, en contraposición de la exclusividad propia de toda la modernidad, en la que la pintura ocupaba un lugar central, privilegiado en el arte. Y hoy la pintura está descentrada" "En esa inclusividad empiezan a reconocerse las producciones culturales o artísticas marginales, y es ahí donde me encuadro, como habitante y artista de una región determinada, empiezo a mirar mi lugar y mi historia desde otro ángulo, fuera de los conceptos tradicionales del arte", define Agosteguis.

¿Seducción o reflexión?

"A partir del cuestionamiento del pensamiento modernista, se abre el debate sobre el arte como seducción o como reflexión. En el arte contemporáneo se plantea que el arte debe volver a articularse con los espacios sociales, volver a la premisa de la vanguardia, de acercar el arte a la vida, y esto significa que el arte debe 'contaminarse' de las cosas que nos pasan en forma cotidiana".

- ¿Y eso no es volver a los orígenes el arte?

- Es exactamente eso, en realidad la modernidad no es sino un desvío Y eso nos lleva a hablar de la estétic como disciplina autónoma, en su desprendimiento de la filosofía de la mano de Kant, que fue el gurú del pensamiento en términos de las artes plásticas Kant -con su negación al arte de las periferias- inscribe en la modernidad que el arte no debe tener un fin utilitario, sino sólo responder a las leyes de las formas. A partir del reflexionar profundamente porqué hace uno lo que hace, elegimos u camino o el otro.

-Y en estas experiencias ¿no hay puntos en que el hecho pasa a ser más una declamación que un hecho artístico?

- Las fronteras son difusas. A diferencia de la ciencia, el arte no requiere demostración; eso es el gran peligro del arte, el vaciarse de contenidos y significados, pero al mismo tiempo es la gran riqueza, porque es una búsqueda permanente donde no hay certezas totales, todo es incertidumbre. Si el arte no cambia, la gente no cambia, y no cambian las sociedades.

"Igualmente hoy es muy difícil establecer juicios de valor, hay tal grado de amplitud, que los parámetros con los que nos regíamos antes, no sirven para medir esto, porque es otra cosa", dice el artista. "Sin menospreciar nada, la pintura –en su forma más tradicional- concebida como representación de algo, ya tiene cada vez menos valor, ha perdido el protagonismo".

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