"Contrasaxo", casi como ascetas

VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- Sin concesiones al gusto popular. Esa podría ser la síntesis de lo que, como espectáculo, ofrecieron los integrantes del dúo Contrasaxo que actuó el sábado en el centro de Convenciones de esta localidad. Y es que Mauro Piterman (saxo) y Gerardo Rodríguez Espada (contrabajo) llevaron al extremo lo que al parecer es el nudo de su propuesta: ofrecer su música, y nada más.

Así como algunos jueces parcos de expresión dicen opinar sólo "a través de sus fallos", estos dos músicos, que provienen de una formación clásica, dieron lo suyo únicamente a través de las notas y silencios emanados de sus instrumentos. Nada de marketing ni de comentarios al margen como para romper el hielo ante un público y en un lugar donde actuaban por vez primera.

Sin decir palabra subieron al escenario, silenciosos fueron desgranando uno a uno los temas detallados en el programa e igualmente callados llegaron al final donde, ahí sí se presentaron mutuamente y agradecieron con brevedad por su estancia y las bellezas de la villa.

La excelente calefacción del centro de Convenciones no alcanzó para instalar ese "calor" que entre artista y público hace abrir los sentidos en un fluir más que vertical.

Así constreñido el comentario a lo estrictamente musical puede decirse que el virtuosismo en el manejo del instrumento se destaca en ambos intérpretes.

Inusuales sonoridades permitieron recrear, por ejemplo, la peculiar vibración de una gaita en temas de la composición individual de Piterman y Espada, como "Cakereh" y "Regresar" o del dúo ya como conjunto, para el caso "Apolo 12 y 13".

En las versiones de piezas de otros autores como "Libertango" (Piazzolla), "In a silent way" (Zawinul), "La última curda" (Troilo) o "Contigo en la distancia" (Faure), los arreglos acentuaron un ritmo marcadamente lento y pleno de silencios.

En el final, el único bis correspondió a un creativo arreglo de un clásico, "Around midnight", de Thelonius Monk, que dejó en el aire el deseo de volver a oírlos en un clima de mayor soltura emotiva frente a su auditorio.