El lugar donde se encuentran los artistas

En el marco del vigésimo aniversario del Museo Municipal "Juan Sánchez", se desarrolla allí una muestra con obras de destacadas artistas plásticas de Roca, Neuquén y Buenos Aires.

Una imagen de "Caparazones", obra de la escultora porteña Claudia Aranovich.

ROCA (AR).- El arte es muchas veces una transgresión continua de los límites. Las técnicas y códigos se "pasan de mano" entre aquellos que se atreven a ir más allá, a experimentar en busca de la perfección, en algunos casos, o de todo lo contrario, en otros. Por eso el arte en ocasiones puede ser encasillado y en otras es preferible admirarlo sin barreras o prejuicios.

Las actividades previstas hasta el 31 de julio en el Museo Municipal "Juan Sanchez" con motivo de su vigésimo aniversario, tiene que ver con esto último: la expresión a partir del cruce de soportes, formatos y lenguajes Las siete artistas que exponen son: Ana María Alcalde, Andrea Crespo y Karina Vega de Roca; Paz Miriuka y Ana Zitti de Neuquén; y Claudia Aranovich y Mónica Goldstein de Buenos Aires. Los trabajos presentados dejan de manifiesto que las técnicas utilizadas siempre se pueden sumar en un mismo trabajo o en una misma muestra. Así, se pueden ver pinturas, libros de artista, objetos, esculturas, fotografías e instalaciones.

El Licenciado en Pintura, Eduardo Guevara, quien dirige el Museo desde principios de la década del noventa, comentó en una recorrida por todas las obras, algunas de las particularidades por las que se convocó a las artistas: "Se las invitó tratando de mostrar distintas especialidades y poner en confrontación obras de distintos puntos del país".

De esta manera, se podrá disfrutar de técnicas de trabajo alternativas a las tradicionales. Un ejemplo puntual de esto es "Caparazones", de Claudia Aranovich. Escultora de Buenos Aires y profesora en el IUPA desde hace dos años, presenta una instalación realizada en resina-poliester, con fotos, fibras, fotocopias y moldes. Según la misma autora, la obra simboliza además "permanencia, resguardo, preservación y misterio". La instalación, según Guevara, "ocupa el espacio, con las luces y las sombras. No es una escultura tradicional. Si bien ella alude a la preservación, también tiene que ver con el cuerpo". "Además -añade el especialista- en el caso de las obras de Aranovich tiene mucha incidencia la ubicación en el espacio y las luces".

"Con Mónica Goldstein, nos interesaba acercar el concepto de libro de artista al público", comenta el director del museo. "Los artistas trabajan el libro como objeto, como contenedor de ideas, como soporte. En él, el artista puede fusionar las fronteras entre las especialidades, porque puede incluir fotografía, grabado, pintura, escultura, collage. Así, todas las disciplinas convergen hacia ese ejemplar, que en muchos casos suele ser único. A veces hay pequeñas tiradas artesanales o con computadoras, pero en general son únicos", agrega Guevara. Trabajando con solventes, pinturas y otros materiales que modificaron libros o revistas, dando como resultado una obra en la que el artista relata una historia a medida que se pasan las hojas. En este sentido, entre los trabajos que Goldstein expone, se destaca "Cosmograma", que es un libro "intervenido" (libro antiguo es la masa maleable que el artista va a transformar)

La elección de las artistas de la región, según explicaron desde el museo, se debe a que están trabajando con lenguajes contemporáneos y a que son poseedoras de una trayectoria reconocida. "Queríamos que la muestra representara el cruce entre las distintas disciplinas, y el elemento que unió a las artistas es que todas ellas, o fueron seleccionadas o en este momento está participando de los encuentros de "Producción y Análisis de Obra" organizados por el museo con el apoyo de la fundación "Antorchas" en el año 2000, y que ahora se están haciendo en Neuquén, comentó Guevara.

De esta manera, Ana Zitti trabaja con su propio cuerpo. Es una de las artistas zonales con más producción e incluye todas las disciplinas: el espacio, le interesan las acciones, la danza, el teatro, etc. En este caso presenta objetos autobiográficos, según explicó el licenciado en pintura. Uno de ellos simboliza el matrimonio, con dos muñequitos de torta encerrados en una pecera (objeto instalado). Además, trabaja con retratos fotográficos La serie de Andrea Crespo, otra de las expositoras locales, se denomina "Ausente con Aviso", y tiene que ver con el cuerpo ausente. Son acrílicos sobre tela estampada y la mayoría de las obras podrían ser calificadas como "abstractas".

Paz Miriuka presenta un conjunto de trabajos confeccionados a partir de huesos de pollo y de pingúino. En una clara alusión al cuerpo a partir de la forma en la que están embazados en bolsas con forma de moldes de ropa, Miriuka armó pequeños "kits", similares a los que se ven en jugueterías. "Al estar numerados, parecen piezas para armar, como si uno pudiera reunirlos y formar un cuerpo", interpretó Guevara.

El trabajo de Karina Vega, refleja algunos aspectos del paisaje local a partir de una técnica y un formato de cuadro muy poco tradicional. Colgadas en la pared, las obras de cuatro centímetros por un metro veinte, plasman con la utilización de distintas telas y muy poca pintura, una visión muy particular, a partir del color y las texturas, de las mesetas patagónicas.

Por último, aquel que se acerque al museo, se va a encontrar con otra artista que trabaja el libro como "soporte". Ana María Alcalde, toma el concepto del "libro objeto" al que se refiere Guevara, y se centra en la percepción del observador. Justamente esta idea, muy trabajada por la psicología Gestáltica, se centra en las construcciones, sensaciones y los complementos que la mente organiza en el cerebro a partir de lo que vé Por esa razón, cada página de los libros que presenta Alcalde, se complementa con la siguiente, generando nuevas formas y nuevos conceptos.