Crónica de una noche retro

Poseída entre las rocas

ROCA.- No hace mucho que llegué. Y estoy como con esa sensación de mareo de cuando uno recién se baja del auto después de 15 horas de viaje ¿Impresiones? Tengo más sed y se me secan las manos Como dice Alejandra P. "partió un barco de mí, llevándome".

El destino es Roca. Alto Valle. Patagonia. Ajá.

Dicen que después de las bardas no hay nada No importa, es sábado a la noche acá y en Buenos Aires.

Lo primero que hice fue poner cable. Viva HBO!

Ya tengo serie nueva. Me tomo un minuto para aclarar que extraño "Sex on the city"! (sexo en la ciudad), de hecho mis amigas y yo nos parecemos bastante a ese grupo de mujeres independientes. Todas somos profesionales, tenemos una vida amorosa intensa (si no es una es la otra y, si faltan las anécdotas, las inventamos) La nueva serie que me divierte es "The mind of a married man" (La mente de un hombre casado). Es más o menos del estilo. El protagonista es un periodista, bastante enamorado de su señora y piensa con "la cabeza". En sus fantasías tiene sexo con su compañera de trabajo en un ascensor, con sólo mirarse Buen comienzo para un sábado. Llegué a Roca "concubinatiando" como dice mi abuela y ahora me pregunto, ¿adónde se proyecta la libido?

Demasiado psicoanálisis, como mis seis amigas, todas amantes del mullido diván.

Vamos a un bar entonces El Faso me entra por los poros. Tango instrumental. ¿Quién diría? Vino tinto, flauta traversa y un nuevo amigo De golpe, la infancia en Córdoba. Cuando se me murió mi caballo Quinoto me alquilaron otro, un tobiano, por todo el verano. Le puse Reminiscencias por el tango de Piazzola.

Vino tinto y una gaseosa. Qué sed!

Después, el baile de la bola de espejos. Sillas de plástico, cuarentones, no hay más de sesenta personas, cerveza en porrón y suena... Stevie Wonder.

Otra vez mi querida Córdoba y sus boliches. Falta el cuarteto pero se escucha Salta Salta Salta, pequeña langosta.

La noche roquense...

Hay un chico que baila muy bien rock y lleva el cuello de la camisa levantado.

Un músico que vive en Europa seis meses al año nos mira desde la barra.

El DJ, habla, no sé de qué. De los hits "Veinte años no es nada" y el que pasa música se los perdió. No sabe de las raves ni de New Order.

Mi mente femenina se ilusiona. Lentos.

Pero los lentos son Pink Floyd.

Otro regreso a los quince, el placard pintado de negro y un grito desgarrador: ¿para qué vivo?

Decimos basta. Vuelta a casa. No hace tanto frío. Me dan risa mis amigos porteños. Sus mails plagados de cuánto frío estarás pasando! Patagonia para ellos es Ushuaia.

Para mí hasta hace poco también, con humildad lo digo.

Hace frío gente, pero no afuera. Sigo poseída como siempre, no me extrañen.

"Tengo sed, pero no de agua".

Salud.

Nuria Docampo Feijóo