La conjuración de un filósofo maldito

Una serie de textos fundamentales de George Bataille integran "La conjuración sagrada", volumen recién editado, a casi 41 años de la muerte del filósofo francés.

El pensamiento de George Bataille en "La conjuración sagrada".

BUENOS AIRES, (Télam).- George Bataille (1897-1962) es, tal vez, el último filósofo maldito: ha participado en todos los grandes debates de nuestro tiempo de una forma tan independiente y profunda como provocadora y ha merecido los juicios más extremos y contradictorios, desde André Breton que lo calificó de "obseso" hasta Michel Foucault que escribió "debemos a Bataille una gran parte del momento en el que nos encontramos".

Los escritos que integran "La conjuración sagrada", recientemente publicado por el sello Adriana Hidalgo, fueron extraídos del primer tomo de las "Obras Completas" del pensador -editadas por la editorial Gallimard- y aparecen ordenados en tres secciones, de acuerdo con los modos de publicación que eligió el propio autor.

La primera sección, titulada "Documentos", reúne un conjunto de ensayos extraordinarios, como el dedicado al pintor holandés Vincent Van Gogh o el proyecto personal que Bataille emprendió junto a Michel Leiris: el denominado "diccionario crítico", donde a partir de los términos más familiares se revelan asociaciones inquietantes.

En la segunda parte, "La crítica social", se incluyen textos como "La noción de gasto" y "La estructura psicológica del fascismo", la mayoría de ellos gestados en el marco del Colegio de Sociología fundado y promovido por el filósofo Por último "Lo sagrado", una sección que comprende textos publicados en publicaciones efímeras entre las que se destaca "La conjuración sagrada", que hiciera las veces de manifiesto o declaración inaugural de la intensa y breve revista "Acéphale" Para Bataille, todo el mundo es una parodia que requiere ser interpretada, pero la interpretación es una tarea casi inútil por el carácter inaprehensible de la experiencia que se escapa de las proposiciones racionales y sistemáticas que intentan atraparla.

Según el autor de "Las lágrimas de Eros" y "La literatura y el mal", el objeto de conocimiento epistemológico sólo es alcanzable en un grito agónico de placer o en un alarido desgarrado por el dolor extático de la muerte Así, sus herramientas conceptuales y metodológicas transitan por el difícil mundo de la discontinuidad tratando de acercarse al universo inasible de la continuidad en donde el hombre se ve sujeto a los libres juegos del cielo, alejado de cualquier sensación de pertenencia a un cuarto, a unas comidas o a unos parientes.

Su obra, preferentemente literaria -ensayos, suele decirse, que parecen novelas y que no llegan a serlo- entra en el terreno de la filosofía, en el ámbito propio de la corriente posestructuralista francesa, cuyo exponente principal es Jacques Derrida, y cuya preocupación central es investigar por qué se vincula la racionalidad con la palabra escrita, y poner en evidencia el trasfondo de irracionalidad que hay en esta creencia y la crítica total al concepto de sujeto.

En sus escritos, Bataille aconseja actuar sin perder de vista ese límite atroz que la muerte diseña a cada momento. En sus propias palabras, al hombre le toca "danzar con el tiempo que nos mata", encontrar la alegría intensa del presente, y allí, al fin, la presencia del otro a través de la amistad En los ensayos, pintura, literatura, filosofía o sociología se ponen bajo la advocación de la experiencia: transmiten una intensidad que atraviesa toda la obra del filósofo, como si su pensamiento siempre hubiera desplegado las mismas obsesiones, quizá porque todo pensamiento que se haga honor a su nombre se revela en su grado de fidelidad consigo mismo Al decir de Bataille, en el erotismo y la muerte, se produce un enloquecimiento espasmódico que nos corroe y nos lleva al fin último de todo acto erótico: ir más allá de los límites del interdicto.