Fagotista rionegrina en la Orquesta de las Américas

Brenda Diaco integrará la agrupación juvenil que dirige Plácido Domingo.

Brenda Diaco recorrerá Latinoamérica con la Orquesta Juvenil de las Américas. Con ella, son seis los argentinos que la integran.

ROCA (AR).- Tener los ojos abiertos en el momento indicado, es quizás, el mejor consejo para dar o recibir. No importa ni la edad ni el tiempo. Es tan solo una predisposición natural. No se puede determinar por qué unos la tienen y otros ni siquiera saben que existe. Sólo es posible decir que sí, que hay gente que ve el presente y el futuro de una manera distinta al resto: ve el futuro como una oportunidad.

Brenda Diaco, en algún momento de sus 15 años, sintió algo distinto que en las otras ocasiones en las que se le había cruzado por la cabeza estudiar música no había sentido. Seguramente en ese instante no tuvo conciencia de que la decisión de inscribirse en el Instituto Universitario Patagónico de Artes (por aquel entonces INSA) condicionaría de tal manera su vida. Ahora, ocho años pasaron y poco a poco descubre nuevos horizontes. A principios de año, fue seleccionada entre postulantes de todo el continente, como una de las fagotistas de la Orquesta Juvenil de las Américas.

Dirigida artísticamente por Plácido Domingo, la orquesta reúne adolescentes de toda América y se renueva todos los años. En esta oportunidad, son seis los argentinos premiados con el reconocimiento de participar. Entre las actividades inmediatas de la Orquesta está una gira de dos meses que recorrerá los puntos más importantes de Latinoamérica. También existe la posibilidad de que realice conciertos en los Estados Unidos y Alemania. "La orquesta se junta este año en Costa Rica, ensayamos 2 semanas y después nos vamos de gira", explica Brenda.

El fagot no es un instrumento muy conocido fuera del ambiente. No se lo escucha en cualquier tipo de música y menos en los medios. Básicamente es un instrumento de viento, en su mayor parte de madera, de sonido grave y muy difícil de tocar. Brenda lo simplifica explicando que se había inscripto en guitarra, y en uno de los conciertos didácticos de los que participan los estudiantes de primer año en el IUPA, lo escuchó y se maravilló.

"Yo me enteré en marzo de este año que se abría el concurso", comenta Brenda. "Además, tuve poco tiempo para preparar el video y el CD que pedían. Igual lo mandé, total no perdía nada. El tema es que había bacantes para solo cuatro fagots".

Desde hace un par de años, Brenda empezó a interesarse por una capacitación distinta. Por algo que en el ámbito local no iba a encontrar. Fue así, beca mediante, que pudo visitar al reconocido músico de la "Orchestre de la Suisse Romande" de Ginebra, Alfonso Venturieri, en el Brasil. Entre cursos de verano e invierno, fueron tres los viajes de Brenda. "Viajar al Brasil me abrió la cabeza -relata. Ahí me di cuenta de lo que es esto a nivel in

ternacional. Hay músicos impresionantes". También explica que, al conocer la calidad de los músicos contra los que debía competir, jamás pensó en quedar seleccionada. Seguramente, desde el otro extremo, pensaron lo mismo.

-¿Quedar seleccionada cambió tus perspectivas para el futuro? ¿Qué pensás hacer de acá en más?'

- Esto es el sueño de todo músico, pero no es que me mostró cosas que yo no supiera. Mi idea siempre fue tratar de irme a estudiar afuera.Todavía no sé. Hay muy buenos profesores en todas partes del mundo. Tengo que ver, tramitar becas, porque no es fácil. Si te después de que te evalúan, te aceptan para estudiar y consideran que tenés el nivel, vas. Uno siempre trata de hacer todos los contactos para después poder hacer otras cosas.

Brenda viaja a Costa Rica este sábado. No quiere pensar en qué otras cosas le deparará el destino más adelante. Entretanto y casi al pasar dice: "Muchas veces uno espera que caigan las oportunidades del cielo. Después te das cuenta que las tenés que buscar vos".

Aunque en ningún momento lo dice, cualquiera podría percibir que Brenda es una de esas personas que no pueden esperar, que no ven el futuro como el resto: prefiere construirlo, y no lo aceptaría de otra manera.