Miércoles 25 de junio de 2003

Fuerte presión para que vuelvan los radares a las rutas rionegrinas

VIEDMA (AV).- El contundente rechazo del Consejo Federal de Seguridad Vial y un error de trámite legislativo reactualizaron la polémica sobre los radares en las rutas de Río Negro, cuya utilización fue recientemente prohibida por ley.

Además, el jefe de la Policía, Rogelio Lardapide, defendió la validez de los radares y concluyó que el no disponer de ese "único y exclusivo medio técnico para controlar la velocidad de circulación es sinónimo de liberar los límites de velocidad de circulación de los vehículos, con las trágicas consecuencias" en las distintas rutas provinciales.

Esta opinión de Lardapide fue remitida a la Legislatura antes del tratamiento en segunda vuelta. Sin embargo, ahora se sumó también el rechazo a la prohibición de parte del presidente del Consejo de Seguridad Vial, el rionegrino Sergio Ajalla. El también asesor legal de Viarse aseguró que hay "controles técnicos" que habilitan esos radares y que sólo los pueden ignorar aquellos que actúan desde "la demagogia o pretenden congraciarse con algún multado". Profundizó la critica a los diputados al lamentarse del "grado de ignorancia" de quienes así legislan, resaltando ya la existencia de una normativa nacional que prohíbe "los radares sin reglamentación metrológica y técnica".

Asimismo, Ajalla cuestiona la legalidad de la prohibición de Río Negro, pues no se cumplió con los 15 días entre la primera y la segunda vuelta de tratamiento en la Legislatura, como establece el artículo 142 de la Constitución Provincial. Es un elemento válido porque la primera se concretó el 29 de mayo y la segunda se realizó el 12 de junio, es decir, 14 días.

Ayer, en diálogo con "Río Negro", el vicegobernador Bautista Mendioroz entendió que se cumplió con el plazo requerido y además se mostró en total acuerdo de prohibir "los radares porque es una demanda de todas las comunidades". Recordó que se aprobó por unanimidad mientras reafirmó su convicción con los controles de velocidad, resaltando que la utilización de radares "no es la única forma" para cumplir con ese objetivo.