La rogativa de los mapuches para recibir "el año que vuelve"

En Arroyo Los Berros se reunieron un centenar de mapuches provenientes de comunidades de Viedma, Patagones, Sierra Grande y Puerto Madryn para hacer la rogativa del Año Nuevo.

ARROYO LOS BERROS.- En cada ceremonia que los mapuches de Los Berros organizan el fuego se transforma en un gran aliado, no sólo para alejar el frío, fenómeno natural que se presenta severo en cada ocasión, sino también para reunir alrededor de él las experiencias que despierta la rogativa del Wiñoy Tripantu, el año nuevo mapuche.

Desde el sábado, con el ocaso, los mapuches de la comunidad "Pehuen Che" (Gente nativa), se reunieron para recibir el Wiñoy Tripantu, el año que vuelve.

Los integrantes de esta comunidad viven en Los Berros, paraje ubicado en el límite este de la meseta de Somuncura, a unos 100 kilómetros de Sierra Grande.

Los mapuches de esta zona por cuarto año consecutivo reciben un nuevo año, afianzando así su convicción de ir recuperando costumbres casi extinguidas que por fortuna ahora se reeditan con fuerza cada año.

Allí estaban, como de costum-bre, todos los que quisieron participar, algunos de la raza y otros no, pero todos con el convencimiento de que no hay que perder este tipo de ceremonias, que apuntan a no dejar morir los verdaderos orígenes de esta tierra.

El año que comienza representa para los mapuches un verdadero hito en los 12 meses del año. "Desde ahora, por gracia de la naturaleza, los días serán más largos, y las noches más cortas, es el período donde la vida se renueva", dicen.

Desde aquí los rayos del astro rey permanecerán más tiempo sobre la tierra. La ceremonia del Wiñoy Tripantu, el Nguillatún, se realiza coincidentemente con la llegada del invierno y fundamentalmente los mapuches en estas rogativas piden y ruegan al Futa Chao, gran padre, por sus familias, animales y cosechas.

El sábado el encuentro fue en el "rehué", terreno sagrado que preparan para la oportunidad, donde se compartió la primera de las ceremonias con la presencia de comunidades que llegaron desde Viedma, Patagones, Sierra Grande y Puerto Madryn.

La bienvenida la dieron el lonco Jacinto Ñancufil y el líder la comunidad anfitriona, don Manuel Cayul.

Un gran círculo formado por los asistentes permitió el contacto frente a frente para transmitir los sentimientos, mientras en el centro unos leños se quemaban para dar luz y calor a es fría noche.

Una vez que compartieron canciones y una olla popular, algunos se fueron a descansar, pero los más osados esa madrugada cumplieron con otra parte de las creencias: la vigilia para esperar la salida de "Antú", el sol.

El domingo, aún de madrugada, la emoción embargó a don Manuel Cayul, un respetable hombre mayor que no descansa a sus propósitos, cuando recibió de manos del lonco Ñancufil, el trai lonco, una vincha tejida con lana que lo honra como líder de su comunidad.

Cerca de las 9 ya estaban to-dos una vez más en el "rehué", cerca de un centenar de personas, todos juntos, de pie, mirando al este esperaron la salida del sol.

Desde allí se cumplió el resto de la ceremonia hasta concluir todos alrededor de la fogata comprometiéndose a volver el próximo año Los que asistieron por primera vez a esta rogativa tuvieron sentimientos coincidentes, hablaron de haber encontrado paz interior y armonía.

Héctor Mesa y Miguel Ibarra integran organizaciones sociales en Puerto Madryn, no pertenecen a la raza y por primera vez asistieron a esta ceremonia. Mesa expresó que "a uno se le abre el espíritu y el corazón. Vine por un tema de salud de mi hijo y sé que este 21 de junio me marca un an-tes y un después en mi vida. Me voy con el interior sano", dijo.

Por su parte Ibarra dijo:"encontré mucho amor a la tierra".

En el acta firmada al final de día los mapuches expresaron que si bien regresan a sus respectivas comunidades seguirán luchando desde ahí. "Esta lucha, que la hacemos con humildad pero con mucha fuerza, es por la reivindicación de nuestra cultura. Hermanos que nuestro Nguenechén nos dé un buen pensamiento. Hasta siempre" expresaron.

Miguel Velázquez

Hoy, en San Martín de los Andes

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM)- Comunidades mapuches de Neuquén y su organización confederada celebrarán hoy el "Wiñoy Tripantu", en el "rehué" ubicado en paraje Puente Blanco, camino a cerro Chapelco.

Tras las ceremonias culturales se espera un pronunciamiento sobre la situación de la etnia y su posición ante las elecciones provinciales. Cada 24 de junio, el pueblo mapuche se reúne en torno del rehué para realizar un "acto de comunicación con las fuerzas naturales y reavivar el compromiso de convivencia".

Desde las 14, la celebración estará abierta a las personas "comprometidas" con la causa mapuche, dice un comunicado de Elías Maripan (Ñizol Lonko) y María Picoñan (Huerquén).

La actividad comenzará con el amanecer de hoy y se extenderá hasta la noche del 25, en el paraje puente blanco o "Payja Menuko".

Las comunidades y la Confederación Mapuche del Neuquén recibirán a los "amigos solidarios y comprometidos para compartir expresiones de la cultura mapuche como el "Choique Purun" (danza del avestruz), el juego del "Palin", y el Vlkantun (canto mapuche)".

Las autoridades realizarán anuncios sobre las demandas centrales del pueblo mapuche, y explicarán las propuestas que "serán desafíos para un estado que se resiste a reconocer la diversidad cultural que contiene la provincia y la región".