Martes 24 de junio de 2003

El festejo por San Juan tuvo mucho calor y sabor

Mucha gente se juntó en el barrio Jardines del Rey para celebrar. La colorida tradición prendió con todo y no faltaron los choripanes.

 

91____1_p28_cort_smp
La inmensa fogata fue el marco pensado hace años que perdura en el barrio y al que cada año se suman seguidores.

NEUQUEN (AN).- Quienes lo conocieron en vida están seguros que muy lejos José Luis Fontella debe estar a los saltos al ver cómo germinó la semilla que hace 16 años sembró en el barrio Jardines del Rey. Es que en la plaza que lleva su nombre cientos de vecinos -de más cerca o de más lejos- conservan y agigantan la celebración de San Juan en la víspera de cada 24 de junio.

Y anoche, en la décimo sexta versión de la celebración vecinal, Jardínes del Rey era una fiesta que se extendía más allá del momento en que esta nota llegó al punto final. Chicos y grandes, pero sobre todo los bajitos corrían, gritaban, se emocionaban, bailaban y hasta besaban mientras el calor de los leños en llama le ganaba la pulseada al frío húmedo que llegaba desde la ribera del Limay.

"Esto ha sido una revolución en los últimos días y todos se han prendido para que salga bien. Ayer teníamos a más de 30 chicos de tres a 14 años haciendo manos y poniéndoles mensajes a esas manos que son deseos e ilsiones", explicaba antes de que todo ardiera la artista plástica Silvia Pérez. La mujer es mucho más que una de las principales organizadoras de la actividad que ya es un evento en esa parte de la ciudad. Silvia es la viuda de José Luis Fontella y de las referentes de las artes plásticas neuquinas.

Sobre la gran parva de yuyos y leña los chicos colocaron una paloma de la paz con facha de gallina pero mucho más grande que un avestruz Paz para el mundo significa el ave que anoche voló transformada en humo hacia el lugar donde se espera que se reciban los pedidos. Más abajo, había una balanza que no terminaba se equilibrarse: era una solicitud de justicia. Pero el gran símbolo de la fogata era una gigantesca mano lastimada y vendada (construida con cajones de madera fina) que sostenía una casa que representaba el techo que todo el mundo se merece.

Así también había platos de comida y más palomas pero pequeñas.

"Para nosotros es volver a ser chicos", explica Silvia Pérez mientras espiaba a los chicos que en los extremos d varillas de sauce y álamo colocaron papas que pretendían asar en una fogata menor  

No faltaron los chorizos

 Apenas unos metros más allá, una cola digna de una oficina pública, unos 50 chiquitos metían presión para ser los primeros en recibir uno de los cientos de choripones que se volcaron sobre media docena de parrillas.

El diputado justicialista Aldo Duzdevich peleaba anoche para responderle a al pueblo menudo, mientras maldecía el efímero aporte calorífico de la madera de álamo Los chorizos, de todos los precios, volaron antes de que hasta la plaza llegara el grupo de teatro que giró alrededor de la hoguera, haciendo las veces de duendes.

Desde que comenzó la ceremonia de la mano de José Luis Fontella, todo ha ido en aumento. Anoche, desde el centro de la ciudad llegó hasta la plaza gente del centro para espiar de qué se trata el festejo Hubo comida a la canastas y pizza para el viaje de egresados.

Después, sonaron las bandas de rock y siguieron los gritos por festejo en la noche más larga que se le adjudica al calendario. Todo por esta linda costumbre de la gran fogata.

Copyright Río Negro Online - All rights reserved
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación