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Derrame de gasoil en La Angostura

Ahora la prioridad es saber qué fue lo que pasó

Se espera que el EPEN dé una explicación detallada de cómo se sucedieron los hechos que desencadenaron el derrame y que se identifique a los responsables directos del mismo.

Si bien el derrame ya fue solucionado, la comunidad merece tener la tranquilidad de que un hecho así no volverá a suceder.

Ocurrido el derrame de 4.700 litros de gasoil en el arroyo Las Piedritas, de Villa La Angostura, muchos pobladores se asombraron de la repercusión nacional que tuvo el incidente, sobre todo, teniendo en cuenta que el volumen del contaminante vertido no fue enorme y que las medidas adoptadas inmediatamente surtieron el efecto deseado, impidiendo hasta el momento la llegada al lago de la oscura mancha aceitosa.

La mayoría lo comprendió porque el lago Nahuel Huapi, el glaciar Perito Moreno, las Cataratas del Iguazú y no más que un puñado en total, son patrimonios naturales muy caros a los argentinos. Esa superlativa valoración se extiende al entorno de bosques andino patagónicos y selva subtropical respectivamente, incluidos los cursos de agua menores que forman parte de esos ambientes privilegiados.

En línea con el entendimiento de esa importancia fue la acertada evaluación del Ente Provincial de Energía neuquino de adelantarse e informar de lo ocurrido a la opinión pública Una actitud madura que debería completarse con una investigación a fondo de lo sucedido e identificación de los responsables, que no es lo mismo que decir "culpables".

No se trata de una caza de brujas sino de un procedimiento necesario en toda empresa que se precie de eficiente Los puntos a aclarar son básicamente dos.

1) La explicación detallada de cómo se sucedieron los hechos que desencadenaron el derrame –maniobras, distracciones, errores-; y actuación en la emergencia.

2) Cumplido esto, la individualización de los responsables directos y de la cadena de autoridad hasta el rango de mayor jerarquía implicado en el accidente ambiental.

Hallar responsables no es lo mismo que señalar culpables con el dedo. Hace a la relación causa y efecto.

No es igual quedarse en la lamentación o crítica del efecto –el derrame- que averiguar la causa y solucionarla desde su origen.

No hay que olvidar que el EPEN es una empresa estatal que presta un servicio público y que la comunidad merece la tranquilidad de saber que, de cara al futuro, se habrán tomado las medidas correctivas para que el hecho no se repita.

Hasta en un emprendimiento familiar se busca determinar las fallas para solucionarlas.

Dar a conocer los nombres de los responsables o no, así como las sanciones, es materia a considerar integralmente como part de un informe oficial que no debería demorarse más tiempo del indispensable para concluir la investigación.

Más temas a resolver

Otro aspecto que llama la atención es la indiferencia, a una semana y media del episodio, de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales.

å Salvo la Fundación Salmónidos, una entidad local que expresó su preocupación por el tema en un comunicado (Ver recuadro), tampoco la dirigencia política provincial ha exigido una investigación esclarecedora.

Por último, una cuestión de fondo toca asimismo a las áreas Energética y de Obras públicas del gobierno nacional en relación al derrame.

Atento a lo ocurrido en el arroyo angosturense, la incorporación de la exclusiva aldea de montaña neuquina al sistema interconectado nacional de electricidad es una obra que debería subir varios peldaños en la agenda de obras prioritarias.

Si no es así, el suficiente abastecimiento para que funcionen a pleno los generadores de energía a gas natural reduciría al menos el riesgo de repetición de un vertido de combustible líquido La solución de los problemas suscitados a partir de que el gasoducto cordillerano se halla al límite de su capacidad también es de competencia nacional.

Se trata de inversiones de gran magnitud, pero que están dirigidas a acompañar y potenciar el crecimiento económico de la región de los lagos de la Norpatagonia. Y crecimiento es lo que falta en nuestro país.

Mónica Jofré

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