Miércoles 18 de junio de 2003

 

Después de fracasos, aparece la cirugía

 
  En la actualidad, la cirugía bariátrica no es la mejor solución para la obesidad mórbida o severa, es la única -asegura el doctor Natan Zundel, cirujano experto en el tratamiento de la obesidad, que lleva realizados más de 1.300 implantes de banda gástrica-. Si no es la mejor, es porque estamos tratando de forma mecánica un problema que tiene raíces genéticas, psicológicas y conductuales."
"Pero de todos modos, es una posible solución para los pacientes que han fracasado con todos los demás tratamientos", agrega este especialista colombiano, que recientemente visitó la Argentina para realizar cursos de entrenamiento para colegas locales. En su amplia experiencia, la utilización de la banda gástrica demuestra ser exitosa en alrededor del 70% de los pacientes.
De paso por la ciudad de Buenos Aires, el doctor Zundel concedió una entrevista a este periodista, en la que ofreció un panorama de los alcances y las limitaciones terapéuticas del implante de banda gástrica ajustable. Este tratamiento que reduce la capacidad del estómago, logrando que los pacientes se sientan satisfechos tempranamente, puede resultar útil para entre el 1 y el 3% de los argentinos obesos severos.
"La cirugía bariátrica está indicada para aquellas personas que tienen un índice de masa corporal (IMC) mayor a 40, o mayor a 35 pero acompañado de enfermedades como la hipertensión o la diabetes, que suelen asociarse a la obesidad. ¿Cómo se calcula el IMC? Bueno, es sencillo, hay que dividir el peso de la persona sobre la altura al cuadrado", comienza diciendo el doctor Zundel.
-¿En qué consiste la cirugía bariátrica?
-Existen básicamente dos procedimientos: el bypass gástrico, que consiste en cortar un pedazo de estómago e intestino, para que el paciente absorba menos de lo que come, y la banda gástrica, que reduce en forma reversible la capacidad de absorción del estómago, de manera tal que la persona al comer poco ya se siente saciada. Si bien esta última es ligeramente menos efectiva, tiene muchas menos complicaciones, lo que la vuelve más atractiva.
-¿Cómo sigue el tratamiento una vez que se coloca la banda gástrica?
-La cirugía no es la única parte del tratamiento, que debe ser complementado por la tarea de un nutricionista, un endocrinólogo y un psicólogo. La cirugía hace que los pacientes se sientan llenos con poca comida, pero lo que queremos es educarlos en nuevos hábitos alimentarios.
En un principio, se empieza con una dieta líquida, y luego se va incorporando los alimentos hasta alcanzar una dieta como la de cualquier persona, claro que de porciones más pequeñas que la que comía antes de la operación.
-¿Hay riesgo de desnutrición con este tratamiento?
-Con la banda gástrica no hay riesgo. Pero con el bypass si, ya que al absorber menos los nutrientes el paciente necesita vitaminas y soporte nutricional de por vida. En la banda gástrica esto no es necesario, porque el descenso de peso es tan regular que pasa desapercibido. Además, los pacientes comen poco, pero lo suficiente, de manera que no pierden ningún nutriente.
-¿Cuáles son sus efectos adversos más comunes?
-El único problema con la banda gástrica es que en el 2% de los pacientes la banda se corre y hay que reoperarlos para volverla a colocar en su lugar. También en un porcentaje similar de pacientes se produce la llamada erosión del estómago, en la que la banda penetra su pared, y en las que el dispositivo es retirado en forma mínimamente invasiva.
-¿Cuánto peso puede perder un paciente con la banda?
-Se espera que el paciente pierda por lo menos un 50% de su exceso de peso, y que lo mantenga por unos diez años. Esto se logra en entre el 70 y el 72% de los casos. De todos modos, a veces hay recaídas. Estas generalmente se producen cuando el paciente aprende a hacerle trampa a la banda gástrica. Como el líquido pasa de largo por el reducido estómago de los pacientes, sin generar saciedad, estos aprenden a licuar la comida y beberla.
"La banda gástrica no es mágica. Ayuda, pero si el paciente no hace su parte no sirve de nada. Fuera de Dios, el único que cuida al paciente las veinticuatro horas es el mismo", concluye el doctor Zundel.

Los pro y contras de las opciones

Actualmente, existe cuatro alternativas quirúrgicas para el tratamiento de la obesidad severa o mórbida. Todas tienen sus pro y sus contras.
-El balón gástrico: se introduce en el estómago por vía endoscópica y luego se infla. Es un método transitorio y parcial, ya que sólo permite bajar cuesta cantidad de sobrepeso. No es efectivo a largo plazo y puede dañar el estómago o el intestino al desinflarse.
-La banda gástrica fija: produce una restricción alimentaria. Al ser fija, no se adapta a la evolución del paciente, porque lo que generalmente no permite el descenso total del sobrepeso. Es permanente, pero reversible.
-La banda gástrica ajustable: reduce el volumen estomacal y produce una sensación de saciedad con una ingesta menor alimentaria. Es permanente pero reversible, y permite bajar hasta un 75% del sobrepeso.
-El bypass gástrico: causa una restricción alimentaria y mala absorción. Es definitivo. Permite disminuir entre un 60 y un 70% del sobrepeso, pero es más agresivo y riesgosos. Al provocar una mala absorción de nutrientes, requiere chequeos médicos constantes y suplementación de por vida.

     
     
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