Miércoles 18 de junio de 2003

 

Diagnóstico preimplantario de embriones, una alternativa de fertilización

 

La bióloga italiana Cristina Magli visitó la Argentina, invitada por el Cegyr. La experta en diagnóstico preimplantatorio de embriones explicó a este diario los pormenores de esta técnica en expansión que interesa a las parejas.

  En 1989 concluía felizmente en Inglaterra un embarazo originado por fertilización asistida. Pero esta vez la novedad era que los embriones antes de ser introducidos en el útero de la madre fueron analizados para verificar su total normalidad.
El análisis para comprobar la salud o enfermedad de los embriones se realizó mediante el método de diagnóstico preimplantatorio (PGD, en su sigla en inglés). Hoy en día y después de casi 15 años de haber sido inaugurada esta técnica, diversos centros de reproducción decidieron implementarla para, "brindar una alternativa más a los padres con embarazos traumáticos o con futura complicación", comenta Cristina Magli, bióloga y directora de Laboratorio de la Sociedad Italiana de Estudio de la Medicina de la Reproducción, entidad dirigida por el mundialmente reconocido Luca Gianaroli.
La especialista, fue invitada por el Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (CEGyr) por su amplia trayectoria en el campo de biopsias embrionarias. Magli permaneció en la Argentina durante una semana entrenando a los especialistas del CEGyr.
"Es una de las pocas profesionales en el mundo que ha realizado tantas biopsias anuales. Su conocimiento es muy amplio y nos permite aprender en forma práctica, empírica. Y, a la vez, brindar excelencia a nuestros pacientes", afirma Santiago Brugo Olmedo, director médico del centro.
La búsqueda apunta al diagnóstico de defectos congénitos como anomalías morfológicas, estructurales, funcionales o moleculares del desarrollo, que pueden estar presentes al nacer o que pueden tener una aparición tardía. Dichas anomalías pueden ser de origen familiar o esporádica, hereditaria o no, única o múltiple.

No hay que esperar mucho tiempo

Hay parejas que tienen alto riesgo de transmitir enfermedades genéticas a su descendencia. El PGD, es una opción de diagnóstico temprano que se implementa en la fertilización asistida.
Se puede comparar con los estudios genéticos prenatales como la biopsia de vellosidades coriales, que se realizan alrededor de la semana 12 de embarazo o la punción de líquido amniótico –amniocentesis- en la semana 16 aproximadamente.
La diferencia es que el PGD no implica un riesgo para el embarazo, dado que aún no se ha producido, pues la pesquisa de supuestos embriones enfermos se realiza antes de transferirlos al útero. "Para realizar este tipo de estudio hay que tener indicaciones del genetista. Hay parejas que tienen alto riesgo de transmitir anomalías cromosómicas como el síndrome de down o enfermedades genéticas, como la fibrosis quística, talasemia, hemofilia A y B, Alzheimer, enfermedad de Huntington y otras no tan conocidas en el ámbito cotidiano", comenta Magli.
"No sólo hay parejas con historias de salud complicadas, sino también existen otras causas que pueden afectar a la gestación. Por ejemplo mujeres en el límite de la edad, 38 o 39 años, con alto riesgo de tener niños enfermos. O mujeres que, aunque no tienen ninguna historia de anormalidad genética en la familia, abortan espontáneamente por causas desconocidas. También está el caso de pacientes que tienen las trompas obstruidas y su indicación es la fertilización in vitro, pero aunque han intentado varias veces no han podido. Todas estas pacientes pueden ser ayudadas con el diagnóstico preimplantatorio de embriones".
(El próximo miércoles más información sobre este tema)

     
     
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