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Una multitud salió a la calle a recibir a Claudio

Miles de personas siguieron su paso por Cipolletti.

Los neuquinos también le dieron su cariño.

Para contentar a la multitud que lo siguió y lo esperó frente al municipio cipoleño, Claudio salió a un balcón y cantó una canción a capella.

CIPOLLETTI y NEUQUEN (AC y AN).- El suceso superó las previsiones de los más optimistas. Entre 35.000 y 40.000 personas se volcaron a las calles de Cipolletti, y otro contingente, aunque menor, lo hizo también en Neuquén, para recibir a su ídolo, Claudio Basso, el joven cipoleño vencedor del reality "Operación Triunfo".

El fenómeno se extendió a Neuquén, donde por la mañana Claudio ofreció una conferencia de prensa donde dijo que si por él fuera se quedaría a vivir en Cipolletti (ver aparte) y, por la tarde, recibió el cariño de sus seguidores desde las escalinatas del municipio, donde se concentraron unas 2.000 personas.

En una municipalidad colmada, Julio Arriaga le entregó el escudo oficial de la ciudad y compartió luego un almuerzo con él y su familia (ver aparte).

A su ciudad Claudio ingresó a bardo de una autobomba de los bomberos, a la que se le instaló una especie de palco alto, lo que le daba al cipoleño y a sus fanáticos una perspectiva directa.

Ya en el aeropuerto había mucha gente, que se sumó a los estoicos que desde las 8 lo esperaban en la rotonda de las rutas nacionales 22 y 151.

En el acceso Pacheco se fue engrosando el caudal de seguidores y frente al hospital se produjo uno de los momentos más emotivos. Allí había más de 2.000 personas porque el ídolo cumplió tareas en el nosocomio durante casi un año y todos lo recuerdan con mucho afecto. Su ex jefe -su "amigo", según el propio Basso- le regaló un rosario. Otros le arrojaron flores, remeras y con el vehículo a paso de hombre tuvo que firmar muchos autógrafos en papeles e incluso ropas.

"Los quiero mucho, mucho", se alcanzó a escuchar a Claudio en medio del griterío. El panorama fue similar cuando la autobomba -seguida por móviles de medios locales, regionales y también nacionales- enfiló por la calle Brentana hasta Alem y de allí a Naciones Unidas, para converger a la calle Esquiú y al corazón de las 1.200 Viviendas y barrios del norte. En ese sector se apiñaron unos 12.000 vecinos, con chiquilines y jóvenes en bicis haciendo malabares junto a la autobomba, patrulleros abriendo el paso, Claudio saludando con las manos como si fuera el único líder para el gentío y a los costados, adolescentes, jóvenes, gente mayor, escolares, cientos de purretes que clamaban por Claudio. "Te queremos", "no te vayas nunca", eran algunos de los gritos y las expresiones. La caravana se dirigió luego hacia el municipio.

Tras el acto oficial y del almuerzo con autoridades y su familia -sus padres Carlos y María, sus hermanos Martín y Laura, s esposa Jessica y un grupo selecto de amigos íntimos- Claudio, sobre las 15.30, salió a un balcón que da a la calle España. Lo vivaron de nuevo allí más de 3.000 admiradores de todas las edades. Volvió a expresarles su cariño y a capella cantó "Dígale".

Con operativo de distracción mediante, partió como rayo en un auto con vidrios polarizados hacia Neuquén.

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