La hostería, diseñada por el arquitecto local Pablo Masllorens, cuenta con una infraestructura de servicios bastante mayor que la necesaria para sus 23 habitaciones. Esto es así porque está planeado que sus instalaciones sirvan también a los socios del golf club que quieran utilizar el comedor, el snack-bar, la piscina climatizada con jacuzzi adyacente, el gimnasio o la amplia área de vestuarios y sanitarios.
Precisamente por eso el nivel cero -tiene cuatro en total- se sitúa casi en la misma cota que la cancha de golf, cuyos hoyos 1 y 18 se ubican aledaños a la hostería.
Las unidades de alojamiento permitirán albergar alrededor de 60 personas en cuartos de dos, tres o cuatro plazas, entre los cuales hay algunos especialmente acondicionados para personas con discapacidad, en donde las sillas de ruedas pueden desplazarse con toda comodidad, inclusive hasta el interior de los baños.
El comedor, con vista al imponente paisaje, cuenta con tabiques delizables que permiten sectorizar los espacios. La cocina fue diseñada y equipada con los más modernos requerimientos de la gastronomía.
En el caso de los cuartos, se los puede convertir en una suerte de departamentos para una familia completa donde el matrimonio y los hijos gozan de su independencia pero sin estar desconectados y guardando la intimidad familiar.
El ingreso, el estar y comedor se sitúan en el nivel uno y los restantes pisos son para el alojamiento estrictamente.
Otras de las comodidades son un cuarto de juegos para los más chiquitos, sala de informática con acceso a internet de los huéspedes. Un núcleo de circulación central de servicios, perfectamente aislado del uso de los visitantes, mantiene los ruidos bajo total control para que nada altere el clima tranquilo que se respira en los pasillos y habitaciones de la hostería.
Decorada con sobriedad y clasicismo por Carlos Pellegrini, un profesional de la Capital, no descuida el toque campestre y de una elegante y estudiada rusticidad, con telas, texturas, cuadros y revestimientos inspirados en la naturaleza del lugar.
Más residencias
Además de la hostería en el country se construyen 25 residencias privadas en los más de 60 lotes vendidos. En total la urbanización prevé 200 viviendas. En su mayoría los compradores son argentinos, residentes en la Capital Federal, el Alto Valle y también de esta ciudad. El country promete ser uno de los más importantes de la Patagonia.
En servicios, parquización, diseño e infraestructura básica la empresa Burco Desarrollos invirtió unos 11 millones de dólares. El complejo tiene red subterránea de agua, electricidad, telefonía y video (ya instaladas) y en breve finalizarán las obras de gas. Recientemente se ha extendido el gasoducto hasta el complejo y se ha entubado la línea eléctrica en los 3 kilómetros de frente que tiene el loteo hacia el lago Gutiérrez.
También están muy avanzados los trabajos en la pavimentación de la ruta provincial 82, que une Villa Los Coihues con la ruta Nacional 258 a El Bolsón, cuya traza esta consolidada desde Los Coihues hasta el ingreso al complejo y ya hay 2.5 kilómetros de pavimento.
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