En Stefenelli conviven con aguas servidas

Una vecina denunció que su hijo sufre una infección respiratoria a causa de los líquidos cloacales.

ROCA (AR).-El color verde característico de los líquidos cloacales inunda la calles del barrio 70 viviendas de Stefenelli y hace años que los vecinos lidian con las napas de agua y con los pozos ciegos. La promesa de las cloacas ilusiona a los habitantes de los barrios periféricos de Roca.

En este caso en particular, el plazo de construcción sería de 4 meses, pero la situación urge de soluciones inmediatas "El problema se está agravando cada vez más. A las 5 de la tarde tengo que cerrar las ventanas porque no se puede respirar", comenta Liliana Retamal, una de las afectadas por la situación. Además, su hijo de 6 años sufre de infecciones respiratorias desde abril.

Al frente de la casa, lagunas de aguas servidas conforman lo que ya es un paisaje típico en el barrio. Los médicos dicen que hay una relación directa entre los problemas respiratorios del chico, y la contaminación que lo rodea.

Retamal explica que desde Aguas Rionegrinas "han enviado inspectores, y prometieron soluciones. El problema es que para comenzar con las obras de las cloacas, deben poner bombas para bajar las napas, sino es imposible", añadió. Además, lo que la mujer está reclamando es, más allá de la necesidad de las cloacas, "una solución hasta que terminen las obras".

Por otra parte, el problema involucra a todo el barrio y, ante la falta de soluciones por parte de la municipalidad, es motivo de conflicto entre los vecinos. "Los pozos se llenan muy rápido, y el camión atmosférico está cobrando 30 pesos por servicio. No lo podemos pagar", se queja Retamal. Por esta razón, inclusive perjudicando su salud, muchos vecinos descargan los pozos en las calles, generando el enojo de los que soportan los desbordes dentro de sus casas.

"Lo que estoy pidiendo es que alguien se haga cargo de esto. El patio y el frente están inundados y mi hijo hace tres meses que está enfermo y ni siquiera puede salir a jugar", concluyó Retamal.

Vivir en estas condiciones suele soportarse hasta las primeras consecuencias. Retamal no quiere llegar más lejos y, cansada de promesas y de respuestas que no llegan, espera soluciones.