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Jorge Sapag subió el tono de las críticas hacia Sobisch

Dijo que "algunos dirigentes quieren destruir el partido".

Le replicó a Brollo y advirtió sobre un revés electoral.

Sapag advirtió que su vocación sobre cuestiones "cívicas y ciudadanas" sigue "inamovible" y que seguirá "trabajando por la gente".

NEUQUEN (AN).- El vicegobernador Jorge Sapag parece dispuesto a plantear una batalla al sobischismo por capítulos. Cuando después de la reunión de la Convención del martes último se interpretó que la tormenta ya había pasado por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), nuevas declaraciones de este dirigente que se bajó de la fórmula que integraba con Jorge Sobisch, insinúan que los nubarrones más amenazantes tal vez aún no llegaron.

"No encontré amplitud en el partido y en muchos dirigentes, pero sí necesidad de silenciar y de callar. Pero es preferible ponerse colorado hoy y no verde mañana", expresó Sapag en señal de alerta de una probable derrota en las urnas de su partido el 28 de setiembre.

Tras un martes de presión, en el que Sapag blanqueó su distante y fría relación con el gobernador y renunció a la presidencia de la Convención, el vicegobernador regresó ayer a su despacho de la presidencia de la Legislatura, participó de una reunión de comisión, presidió una sesión y fue saludado afectuosamente por muchos diputados de la oposición. En algunos huecos de su agenda, atendió a varios medios y con "Río Negro" mantuvo una entrevista exclusiva.

Sapag lucía ayer algo más distendido, como si se hubiera quitado un peso de encima. Y volvió a hablar sobre los problemas internos del partido, profundizó sus críticas hacia el sobischismo y a lo largo de sus declaraciones sembró algunas pistas que indican claramente que, por lo menos, está dispuesto a machacar de aquí en más sobre los errores ya señalados respecto de la forma de hacer política del gobernador. En tal sentido volvió a criticar el personalismo, el verticalismo, la ausencia de diálogo y la confrontación.

El vicegobernador insiste en que no va a trabajar sobre "hipótesis y conjeturas" cuando lo aguijonean con la posibilidad de presentarse como candidato a gobernador por fuera de la estructura partidaria. Sin embargo, en su estilo de frases medidas en escala milimétrica, dejó planteada algunas pistas para quien las quiera encontrar.

En la entrevista con este diario, Sapag expresó que el MPN excede al partido, que su vocación sobre cuestiones "cívicas y ciudadanas" se mantienen "inamovibles", que continuará "trabajando por la gente" y que Federico Brollo, desde ayer compañero de fórmula de Sobisch, no tiene razón cuando dice que Sapag ve un partido y los sobischistas otro. "Es el mismo partido con dos ópticas diferentes. La mía apunta a un partido abierto y participativo, la otra es de autistas y ciegos", disparó Sapag.

También le respondió a Brollo porque el precandidato a vicegobernador de la lista Blanca dijo que el partido se comió un dirigente. Lo que está sucediendo, añadió Sapag, es que "algunos dirigentes quieren destruir al partido".

El vicegobernador advirtió ayer que de aquí en adelante no cederá "un sólo minuto" de

Aunque anteriormente insistió que no trabaja sobre conjeturas, en un tramo de la entrevista sí lo hizo respecto de la contienda electoral que se avecina. En ese sentido, expresó que "si el 28 de setiembre sucede lo que sucedió en Zapala o Neuquén y se conforma un frente, (esto puede significar) para el MPN un momento de inflexión en su historia". Neuquén primero y Zapala después fueron las dos derrotas electorales que ya sufrió el partido provincial en las elecciones municipales.

Sapag dice que el futuro del MPN "depende de la dirigencia y de los precandidatos y candidatos" pero insistió en que el partido "está en crisis" y que esa crisis se materializó en Neuquén, en Zapala y está instalada "en la militancia". Por tal motivo, reiteró, hacía "falta analizar el problema para buscar los cambios" y esa posibilidad se cerró cuando se negó, apelando a estatutos y reglamentos internos, la posibilidad de reunir a la Convención en un contexto más participativo.

Sapag también disparó contra "la doble función de gobernador y presidente del partido". Sin excluir una autocrítica, sostuvo que esa duplicidad multiplica la acumulación de poder y opaca el papel de control del partido.

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