Comenzó el juicio contra el ex contador del Poder Judicial

Alejandro Biderbost, frente al micrófono, no declaró en la jornada inicial del juicio.

VIEDMA (AV).- Por la presunta defraudación contra la Justicia rionegrina comenzó ayer el juicio en el que están imputados en esta causa el ex contador del Poder Judicial de Río Negro, Alejandro Biderbost; un ex empleado de la misma área contable Daniel Olivera y el comerciante de Viedma Héctor Hollman.

Este último fue el único que declaró ayer ante el Tribunal penal integrado por los jueces Susana Milicich de Videla, Liliana Piccinini y Ernesto Rodríguez.

El comerciante sostuvo que en la época que se investiga tenía un negocio de carpintería, vidriería y herrería y que en varias oportunidades realizó trabajos para el Poder Judicial encargados por Olivera.

En ese sentido detalló que se le encargaron estanterías, vidrios para escritorios y zócalos, entre otros. Agregó que si bien en las boletas se incluía el servicio de colocación éste último no lo prestaba porque los trabajos eran siempre retirados. Ante una consulta del Tribunal respondió que ésas que fueron contratadas en esa oportunidad fueron las únicas veces que trabajó para el Poder Judicial Además indicó que en oportunidad de declarar en la investigación administrativa realizada por la Justicia, el entonces juez del STJ, Edgar Echarren, le insistió sobre si los trabajos realizados habían sido llevados a una vivienda particular en la calle Perito Moreno de esta capital. Ese es el domicilio de Biderbost. Por esta razón el Tribunal ha citado como testigo al exjuez.

Hoy declararán los peritos propuestos por la defensa Alejandra López, Corina Bubosq, Manuel Cabrera, Enrique Prueger y Lucía Lo Sardo. Ayer el Tribunal rechazó un planteo de nulidad contra la declaración formulada en la instrucción por Daniel Olivera que fue formulado por Néstor Torres como defensor de Biderbost A los tres imputados se los acusa del delito de "peculado continuado", aunque en el caso del comerciante la imputación es como partícipe secundario.

A este último se le adjudica haber presentado facturas originales por trabajos que en realidad no se habrían realizado pero que fueron pagados con el fondo permanente que estaba a cargo de Olivera en perjuicio del Poder Judicial A cambio el comerciante habría percibido por cada factura solamente el valor del IVA.

Mediante la falsificación de facturas, creación de boletas con proveedores inexistentes y pagos de trabajos no realizados entre el `96, `97 y parte del `98 Biderbost y Olivera habrían incurrido en numerosas sustracciones de dinero del Estado. El monto podría superar los 400.000 pesos.

Al ser dictados los procesamientos el juez dispuso un embargo contra Biderbost de 270.000 pesos que incluyó cuentas bancarias personales y algunos de sus bienes. Además dispuso el secuestro de un trailer de un valor de 700 pesos que habría sido construido para uso personal del excontador pero con fondos judiciales.