El tercer puente ya tiene sus pilotes en el río

Para enterrarlos, hubo que desviar el Neuquén.

Del lado cipoleño se hará lo mismo en diciembre.

Las moles de hormigón sobresalen de la superficie del agua en pleno río Neuquén.

NEUQUEN (AN y AC).- Los dos primeros pilotes del tercer puente entre Neuquén y Cipolletti ya le pelean a las aguas del río Neuquén y marcan el final de las obras dentro del agua hasta el verano que viene.

Las estructuras de hormigón -que tienen más de un metro de ancho- indican claramente la dirección de la postergada obra, que había comprometido la empresa Caminos del Valle cuando se hizo cargo de la concesión del peaje interprovincial.

Para construir los pilotes, que están enterrados a 25 metros de profundidad en el lecho del río, hubo que desviar uno de los brazos del Neuquén.

Una operación similar deberán realizar el verano próximo en el lado rionegrino del río Neuquén.

Con un río brioso y crecido, los trabajos ahora se trasladaron exclusivamente a la zona conocida como Rincón de Emilio -más precisamente en una chacra de la firma Moño Azul- donde técnicos y albañiles avanzan con los anclajes de la enorme estructura que hermanará la capital neuquina con la avenida de circunvalación de Cipolletti.

Básicamente, el puente y las obras secundarias permitirán unir la ruta provincial 7 de Neuquén con el tramo cipoleño de la ruta nacional 151.

Los trabajos de la empresa Caminos del Valle comenzaron a fines de octubre y se estima que estarán finalizados a fines de 2006.

Los plazos podrían ser menores pero por problemas económicos la firma proyectó a cuatro años, sobre todo por los inconvenientes que plantea conseguir financiamiento en la Argentina postdevaluación.

Sobre los pilotes, antes de que el río llegara al actual caudal, se colocó uno de los dinteles, la denominación que se le da a las vigas en las que se apoyará estructura principal por donde correrá la ruta.

El puente tendrá 250 metros de largo y más de diez metros de ancho.

Su estructura es similar a la del puente que Caminos del Valle construyó en la ruta nacional 22 cuando se hizo cargo de la concesión del peaje sobre los puentes que comunican a Neuquén y Cipolletti.

El responsable de relaciones públicas de Caminos del Valle, Omar Jurgeit, estimó que en diciembre próximo se repetirán los trabajos dentro del río y que desde ese momento el grueso de la obra se trasladará a la ribera cipoleña.

Jurgeit explicó que en ese momento, una vez más, la empresa constructora se encargará de hacer los trabajos para desviar el río.

La maniobra -que internamente se denomina 'secado'- incluye levantar un talud que permite el tránsito de vehículos pesados.

El vocero de la compañía se mostró entusiasmado con el avance de los trabajos y aseguró que todo marcha de acuerdo a lo previsto cuando se definió el plan de trabajos.

En total, el puente tiene un costo que oscila los ocho millones de pesos, esto sin contemplar las obras secundarias prevista a uno y otro lado de río Neuquén.

Una vez inaugurado el puente y las obras complementarias la firma estará en condiciones de cobrar peaje también en esta conexión, que costará lo mismo que el cruce actual, a la altura de la ruta 22.

Después de la construcción del puente propiamente dicho, se encararán las obras de los accesos.

Una inversión de ocho millones de pesos

CIPOLLETTI (AC) - Cuando, el año pasado, comenzaron las obras del tercer puente, la empresa consideraba que esa sola obra, sin los accesos, costaría 6.000.000 de pesos. Medio año después, el cálculo indica que la inversión final será de 8.000.000.

En 1997, cuando inauguró el puente paralelo al que se habilitó en la década de 1930, sobre la ruta 22, Caminos del Valle tendría que haber comenzado a construir el tercero, pero según sus explicaciones todo se retrasó debido a cuestiones burocráticas oficiales.

En ese entonces, todas las obras (incluido el nuevo trazado de la ruta 22, las rotondas y las expropiaciones) tenían una estimación de costo de 8.000.000 de pesos, que lo que ahora sale sólo el cruce sobre el río.

Lo primero que hicieron fueron los trabajos de mensura y amojonamiento, estudio de suelos en los que será el estribo neuquino del puente, reacondicionamiento de los caminos de acceso, extracción de árboles y limpieza de alrededor una hectárea en la chacra de Moño Azul, el terraplén de avance al cauce principal del río Neuquén, provisión de luz y agua al obrador y, finalmente, la colocación de los pilotes en la orilla.

El puente tendrá 250 metros de largo y poco más de 10 de ancho (entre calzada y veredas).

Una vez construido el cruce estará a 2,7 kilómetros del centro de Cipolletti y a 4,2 del de Neuquén.

Por ello, será una opción, también paga, de cruce del río, pero poco conveniente para aquellos que se dirijan desde el centro y el sur de Cipolletti hacia la zona del Bajo de Neuquén y viceversa.

Caminos del Valle espera atender por ese puente la demanda de más de 3.000 vehículos por día: 1.500 autos, 1.500 camiones y unos 50 colectivos.