Domingo 15 de junio de 2003
		Quejas por contaminación con diatomea
		En Jacobacci los vecinos están molestos y piden respuestas.
		INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Los malos olores y moscas que emanan de lugares donde se crían caballos y animales silvestres, sumados a la contaminación del ambiente que provocan las molienda de diatomea, vienen generando un gran malestar en una población que no encuentra respuesta en los organismos competentes. En los últimos días, la instalación de un molino de diatomea clandestino en frente del hospital incrementó el malestar en los vecinos, que piden al municipio que de una vez por todas haga cumplir las leyes y garantice el bienestar de la población. La explotación de diatomea genera una importante entrada de recursos a la economía jacobacina. Tres de las cinco moliendas que funcionan actualmente están ubicadas en el radio urbano, y el polvillo que generan ha provocado numerosas quejas. El reclamo de los vecinos, y el incumplimiento de las normas de seguridad por el cuidado del medio ambiente, ha motivado la intervención del gobierno exigiendo a los productores estudios de impacto ambiental y ajustarse a las normas establecidas en este sentido. Pasa el tiempo y la situación continúa igual. Algunas empresas trabajan durante la noche para evitar que los vecinos vean el aire contaminado. Pero la situación colapsó hace algunos días con la instalación de una tolva para envasar diatomea molida en una vivienda ubicada frente al hospital "Rogelio Cortizo". Inmediatamente las autoridades del nosocomio dieron aviso al municipio y solicitaron una rápida intervención. El máquina fue instalada en un galpón sin techo que da a la calle Pastor Obligado y puede verse desde el primer piso del hospital. "Hemos ido al domicilio y efectivamente funcionaba una máquina para envasar diatomea molida. Y hemos labrado el acta correspondiente y hasta ahí podemos avanzar porque no tenemos un Juez de Faltas. Hay una falta de concientización de los vecinos", aseguró el secretario de Gobierno Daniel Sánchez. Por otro lado, muchos pobladores aseguran que desde el municipio no se hacen cumplir las leyes. Y en parte la razón parece asistirlos. Hace algunos años se sancionó una ordenanza prohibiendo la cría de caballos y otros animales considerados "no domésticos" en el radio urbano. Para ello se le cedió a los propietarios de caballos de carrera terrenos en el predio del Club Hípico. A cambio del lote se exigieron trabajos de forestación. La mayoría de los propietarios acataron la ley y trasladaron sus animales a pesar de tener que construir nuevas caballerizas. Sin embargo, algunos no quisieron hacerlos. Actualmente, a escasos 150 metros del Hospital todavía funciona un stud que genera constantes quejas en los vecinos del barrio 24 Viviendas por los olores y las moscas que emanan de los excrementos.
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