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Viernes 13 de junio de 2003 | ||
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Tras la absolución, Campos iría por la revancha |
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Dijo que a pesar de la angustia familiar y la sospecha pública a la que se vio expuesto, hoy se siente fortalecido. |
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Campos afirmó que no guarda rencor a quienes legítimamente han formulado una denuncia creyendo que había irregularidades en la obra pública del Museo y el Concejo Deliberante, en 1998. Pero dijo que "no puedo dejar pasar la actitud de otros que habiéndose llenado la boca de acusaciones, después no fueron a ratificar sus dichos ante el Tribunal que me juzgó". Aunque no lo dijo, la advertencia del intendente parece destinada a ciertos referentes de la política y la vida pública local que, por razones que no se conocen, no concurrieron a las audiencias celebradas por el Tribunal aquí y en Zapala. Campos, su secretario de Gobierno, Diego Marcovesky, y el empresario de la construcción Alejandro Fuentealba, fueron absueltos el miércoles por la Cámara Multifueros de Zapala, que no halló responsabilidad penal en el manejo de las obras y en las refacciones realizadas en el palacio municipal. El punto focal de las imputaciones estaba en supuestos pagos fraudulentos al constructor por sobrecertificaciones fraguadas, pero se demostró que, más allá de algunas desprolijidades administrativas, el valor de las certificaciones de obra estaba razonablemente en línea con lo ejecutado en el emprendimiento. Campos dijo que "a pesar de los malos momentos que me provocaron estas denuncias, sobre todo en el plano familiar, me siento fortalecido y con más ganas de hacer cosas". Sin embargo, agregó "no pienso dejar pasar la actitud de los acusadores profesionales, que después se borran al tener que ratificar sus denuncias ante la justicia...". |
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