En la cocina

¿Cómo lo ven?

Por segunda vez en el mes entré al quincho y encontré al gordo Boedo enfrascado en un denso enojo...

-¿Qué te pasa gordo...? Las coronarias...!

-Es que no puede ser, Eduardito...! Cualquier extraviado anda divulgando el "fin de esto", el "fin de aquello"... Tiene razón Sebreli... todo argentino psíquicamente equilibrado debe sentirse asqueado ante tanta teoría del "fin"... "Que el fin del socialismo"... "Que el fin del capitalismo!". Mirá lo que pasó con nosotros, Eduardito: en los '60 y '70 nos creíamos que doblábamos la esquina y encontrábamos muerto al capitalismo...! ¿O no nos pasó eso...?

- Vos te lo habrás creído, gordo...! Por linyera te lo creíste...! A mí siempre me fue bien con el capitalismo... no me involucres en tus utopías, gordo! -respondí.

-Pero es cierto, cuánta teoría del "fin" tuvimos que amortiguar en estos años! -reflexionó Ludovico.

-¿Qué será del japonés Fukuyama.... aquel del fin de la historias y otros fines? -preguntó "Parroquia".

-Primero, lo demolieron desde adentro mismo del sistema, entre otros Samuelito Huntington... Lo descascaró al japonés desde el más lúcido conservadurismo americano...

- ¿Pero qué hizo el japonés?

-Tiene una tintorería en Villa Insuperable... por Lugano, por ahí...! Planchó sus ideas y se hizo hincha de "El Porvenir" -acoté.

-Pero es cierto... eso del "fin" es... miren lo que pasa en la política rionegrina... No hay elección a la cual la oposición no llegue siempre con la misma sanata en sus campañas... "La sociedad requiere un cambio"... "El mensaje que percibimos es que ha tocado el fin para los radicales"... Siempre la misma monserga...! Pero los 'radichetas' siguen ganando! -dijo el gordo.

-Hablando de campañas... Cómo lo ven al "Gringo" Soria! -pregunté.

- El "Gringo"! Todo un capítulo a la hora de hacer política! El "Gringo"... él... tiene varias oportunidades... puede ser como Echeverría dijo que era Lavalle: "Una espada sin cabeza"... Porque el peronismo rionegrino es todavía una espada importante, pero hay que saberla usar... No hacer lo que hizo Lavalle, que cuando lo tenía a Rosas en la lona, se entretuvo en boludeces y alharacas y no hizo nada... Eso puede ser el "Gringo"....

- ¿Y qué otra cosa puede ser?

-O puede ser como Roca... como Justo... Sí, sí... ya sé: Roca, Justo... ya sé...! Simplemente digo que en esta arremetida final de la campaña, Soria podría construir poder sereno, sin furia -señaló "Ludo".

-El drama del "Gringo" es que ve la política en términos de riña de gallos...

-En política, como en los toros, la medida de la prudencia del matador es la medida de su audacia y talento... Y no lo digo yo... lo dice Hemingway en "Muerte en la tarde", un libro que tendrían que leer los políticos.

-¿Y a Eduardito Rosso, cómo lo ven?

-No sé, pero cada vez que pienso en Eduardito pienso en Belgrano... Yo... yo lo veo como a Belgrano cuando comandó el Ejército del Norte, metido en una pelea cuya significación intuye perfectamente... Y como el Arcángel: dispuesto a dar el buen combate... Ese es Rosso! Pero...

-¿Pero qué?

-Pero como escribió "El manco" Paz... en el medio del combate, Belgrano desconcertaba... ordenaba una misa, rezaba el Rosario, y los gallegos se venían con todo... Rosso me desconcierta -comenté.

-¿Y al radical Saiz, cómo lo ven en campaña...?

-Entre firme y ausente... como Alberdi...

-¿Y a Arriaga, cómo lo ven?

-Como a Juárez Celman... rosqueando hasta con el Rey Momo, y tejiendo alianzas que en la hora decisiva... en fin, no sé de qué sirven -reflexioné y abrimos la primera botella de "Casillero del Diablo", el vino preferido de Salvador Allende.

Eduardo Gilimón