Alta adhesión tuvo la huelga general en el Uruguay

MONTEVIDEO Y BUENOS AIRES- La huelga general de 24 horas contra la política económica del gobierno, por la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y la reducción del desempleo, que alcanzó niveles récord, tuvo una adhesión en todo el país del 80% y de más del 90% en Montevideo, según la central sindical, PIT-CNT.

"La adhesión al paro ha sido muy importante tanto en la capital como en todas las localidades del interior del país; hemos tenido un índice de adhesión a nivel nacional que es del 80%, y en la capital de más del 90%", dijo a Télam el directivo del PIT-CNT, Jorge Castro.

"Sobre todo teniendo en cuen-ta que hay sectores en servicios y el comercio, donde sólo el inten-to de organizarse gremialmente significa el riesgo de pérdida de la fuente de trabajo", expresó.

Por eso, agregó, esperamos que "el apagón y caceroleo de esta noche, planteado en todo el país, tendrá aún mayor contundencia, y deseamos que el gobierno, que no atendió nuestros llamados a convocar los organismos para definir un perfil de país y convocar las convenciones colectivas de trabajo, escuche ahora el ruido de las cacerolas".

El gobierno por su parte, prefirió no hacer estimaciones sobre el cumplimiento del paro, pero el ministro interino de Trabajo, Mario Arizti, comentó que la medida "es muy poco constructiva, y tiene un efecto negativo pues significa pérdida salarial para los trabajadores".

El paro tuvo lugar en el marco de una desocupación que ronda el 20% y que hace que "300.000 uruguayos hoy no tengan trabajo, y más de un millón estén en situación de precariedad", explicó el gremialista. El dirigente gremial remarcó tres ejes de la plataforma nacional del PIT-CNT, que "no fueron escuchados por el gobierno": en primer lugar "políticas activas de empleo", constituyendo ámbitos de análisis multisectoriales "rama a rama de la producción", para definir "un perfil estratégico de país".

En segundo lugar, "la recuperación del nivel del poder adquisitivo del salario", ya que desde la devaluación de junio del año pasado, el poder adquisitivo de los sueldos y jubilaciones, de continuar sin cambios, "caería a niveles por debajo de los existentes al salir de la dictadura en el año 1984, con un salario mínimo de 36 dólares".

Por último, mencionó que "sólo un 16% de los trabajadores hoy tienen convenciones colectivas de trabajo, porque el gobierno se negó a convocar al Consejo del Salario". (Télam)