Domingo 15 de junio de 2003
 

Dura autocrítica de jefe militar reabre debate en Chile

 

Titular del Ejército cuestionó a los que apoyaron el golpe del "73.Fue la declaración más fuerte desde la transición democrática.

  La autocrítica más profunda hecha por un militar chileno en actividad sobre el golpe de estado de 1973 que llevó al poder a Augusto Pinochet estremeció al ambiente político chileno, en especial a la derecha, ya que el alto mando militar incluyó en sus cuestionamientos a los sectores que "incitaron y avalaron" el actuar del Ejército cuando derrocó al socialista Salvador Allende. Los analistas políticos estiman que estas declaraciones forman parte de una estrategia conjunta con el gobierno para intentar una solución al espinoso tema de los derechos humanos, que aún sigue dividiendo al país.
Por primera vez en 30 años, un comandante en jefe del Ejército criticó públicamente a quienes avalaron el golpe militar. "Nunca más una clase política que fue incapaz de controlar la crisis que culminó en septiembre de 1973. Nunca más a los sectores que nos incitaron y avalaron oficialmente nuestro actuar en la crisis que provocaron. Nunca más excesos, crímenes, violencia y terrorismo ", sentenció el viernes el general Juan Emilio Cheyre, durante una visita inspectiva al Regimiento Topater de Calama.
La novedad de sus declaraciones es que arremete contra toda la clase política de la época, especialmente contra los contrarios al gobierno de Salvador Allende. Cheyre también llamó a una "reconciliación entre los chilenos" y manifestó su "solidaridad con el dolor de las familias de las víctimas".
Es éste el pronunciamiento más categórico en favor de la unidad nacional formulado por el jefe del Ejército, desde que en marzo de 2002 asumió el mando que antes ocuparon Ricardo Izurieta y Augusto Pinochet, por casi un cuarto de siglo.
"La Tercera" asegura que estas fuertes palabras no fueron casuales sino que obedecen a un plan que busca cerrar los temas pendientes en materia de derechos humanos, que la rama castrense viene elaborando desde hace varios meses. (Ver aparte)
Junto a esas propuestas, planteadas desde la derecha opositora hasta la oficialista Concertación Democrática, en los tribunales avanzan los procesos para sancionar a ex jefes militares acusados de asesinatos y secuestros Cheyre insistió en la necesidad de agilizar las causas y definir un plazo para que se cierren. " Debo decirlo: siento que pese a todo seguimos siendo prisioneros del pasado", dijo Cheyre
Las declaraciones tuvieron inmediato impacto político.
El Secretario Nacional de la Democracia Cristiana, Jaime Mulet, calificó de "muy buenas y sorprendentes" las declaraciones de Cheyre . Consultado respecto de la manera en que se puede canalizar el pedido de superar la discusión de los derechos humanos, indicó que "en ningún caso podemos permitir que se suspendan los juicios, pero claramente hay cosas que se pueden hacer".
El derechista alcalde de Santiago, Joaquín Lavín llamó cicatrizar las heridas dejadas por el golpe militar comiencen a cicatrizar."A mi también me parecen muy bien, porque creo que a 30 años del 11 de septiembre del 73, éste debería ser un año en que aprovechemos para cicatrizar heridas, para reconciliarnos cada vez más y para que todo el país, como dijo el general Cheyre, tenga claro que estas cosas nunca más van a poder pasar", señaló.
La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, en cambio, se manifestó insatisfecha, mientras no se aclare el paradero de más de un millar de víctimas "Si él siente dolor por las víctimas, que contribuya a terminar con la incertidumbre que hemos vivido por casi 30 años, aportando los antecedentes y sacando de sus filas a quienes violaron los derechos humanos en nuestro país", dijo la secretaria general de la agrupación, Viviana Díaz
( La Tercera/AFP/Redacción)

El gobierno intentaría "cerrar el tema"

El gobierno de Chile prepara un paquete de leyes que incluye la rebaja de condenas a autores de violaciones a los derechos humanos a cambio de entrega de información, y que mejora las reparaciones a los familiares de las víctimas, según informa ayer el diario "La Tercera" de Santiago.
El diario señaló que las conciliatorias declaraciones formuladas el jueves y viernes por el jefe del Ejército son parte de un plan acordado con el gobierno en torno al tema de derechos humanos, ya que el próximo 11 de septiembre se cumplen 30 años del golpe militar y el gobierno desea cerrar la transición y fomentar la reconciliación entre los chilenos.
De acuerdo a "fuentes" de gobierno que cita el medio, el Ejecutivo está dispuesto a encontrar una fórmula "razonable" que pueda ser costeada por el Estado y que incluirá elevar las reparaciones económicas, a través de pensiones, acceso a la salud y becas. El rotativo asevera que las gestiones podrían ver la luz a fines de junio, a través de una propuesta global apoyada por todos los sectores del país, que incorpore las fórmulas que han entregado en las últimas semanas los partidos políticos y las agrupaciones defensoras de los derechos humanos.
La autocrítica de Cheyre fueron valoradas ayer por el presidente de Chile, Ricardo Lagos, para quien no fueron sorpresa, según el medio. La versión agrega que Cheyre, en representación de las Fuerzas Armadas, es sólo uno de los actores involucrados en realizar un nuevo esfuerzo para cerrar las heridas abiertas. También estarían participando la abogada socialista Pamela Pereira, el gobierno y representantes de la Iglesia Católica.
El matutino indica que el gobierno desea que prevalezca su fórmula en materia de derechos humanos, que tendrá tres ejes: el tema penal, las reparaciones y el futuro. Esto último, entendido como el ítem del "nunca más en Chile", que incluye la aprobación de tratados internacionales (Tribunal Penal Internacional, genocidio y desaparición forzosa), entre otros. (DPA/La Tercera)

El recuerdo de Balza

La autocrítica efectuada ayer por el general Cheyre respecto de los excesos cometidos por la institución bajo el régimen militar hicieron recordar al mea culpa que efectuó el 25 de abril de 1995 el entonces jefe del Ejército argentino, Martín Balza, quien ofreció disculpas por los "horrores" cometidos bajo la dictadura (1976-1983). "Yo asumo nuestra parte de responsabilidad en los errores (...) Sólo puedo ofrecerles el firme compromiso de que no repetiremos los errores del pasado", dijo el uniformado en un discurso televisado que rompió el silencio que el Ejército guardó por años sobre la denominada "guerra sucia".

     
     
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