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El Senado frena la ley de Entidades Financieras

Quejas porque no se cumple con la de Contrato de Trabajo.

Llevar el proyecto al recinto llevará varias semanas.

La Comisión de Economía del Senado objetó el proyecto para modificar la ley de Entidades Financieras y la Carta Orgánica del BCRA.

El proyecto de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA) y de la ley de Entidades Financieras empezó ayer con mal paso su tratamiento en el Senado, donde emergieron numerosas objeciones al texto de parte de los legisladores. En la reunión de la comisión de Economía surgieron dudas y planteos de varios senadores que obligaron a una suspensión del encuentro hasta la próxima semana a la espera de modificaciones de parte del Ejecutivo.

Quien sufrió en primera persona los señalamientos fue el secretario de Coordinación Técnica, Leonardo Madcur, quien concurrió a la comisión para brindar la visión del Ministerio de Economía en el tema.

"Para decirlo en términos criollos, así como está no pasa", dijo sin eufemismos el titular de la comisión de Economía, el justicialista Oscar Lamberto en un momento de la reunión. "Así lo había interpretado", admitió resignado Madcur, después de haber sufrido un severo cuestionario de parte de los senadores, encabezados por el radical Raúl Baglini y los justicialistas Liliana Negre de Alonso y Marcelo López Arias.

El primer problema que surgió no fue técnico, sino de cortesía: Madcur llegó a la reunión 45 minutos tarde, cuando los senadores se disponían a levantarla en medio del malestar causado por lo que interpretaron como una "falta de respeto hacia el Senado".

Un senador reconoció después: "Si se hubiese ahorrado esa descortesía, quizá hubiese recibido otro tratamiento".

Pese a estas cuestiones, no quedó la sensación de que los senadores se encaminen a desestimar la iniciativa, pero sí que se demorarán un tiempo considerable antes de que llevarla al recinto. Así lo hizo saber Lamberto: "No hay ánimo por voltear el proyecto, pero hay que mejorarlo bastante"

Los puntos que más objetaron estuvieron focalizados en dos aspectos. El primero, que deja sin aplicación la transferencia de beneficios previstos en la ley de contratos de trabajo a los empleados cuya empresa es absorbida por otra. El segundo, que es demasiado amplia la figura prevista para establecer cuándo es anulable judicialmente lo actuado por el Banco Central en materia de liquidación y reestructuración de entidades.

El primer aspecto fue cuestionado especialmente por Negre de Alonso, quien consideró que tal como está el proyecto "implica quitar toda la protección legal al trabajador, sin que el nuevo empleador reconozca los derechos previstos en la ley de contratos de trabajo".

Madcur intentó ensayar una respuesta al decir que "si no se dan las condiciones para facilitar la transferencia del personal, es relativo considerar que estamos favoreciendo al trabajador. No se pueden resolver las dos cosas, entonces preferimos priorizar lo aspectos que tienen que ver con facilitar la fusión y absorción de entidades". En un intento de mediación, Lamberto consideró que "ese es un tema conceptual, no técnico, y por lo tanto debe ser resuelto políticamente en los bloques parlamentarios".

Después Baglini y López Arias objetaron la vaguedad de la figura prevista en la ley para especificar cuándo los actos del Central son judiciables o no.

La norma, tal como está ahora, dice que los actos que adopte el BCRA o la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias "son anulables en sede judicial cuando hubiesen mediado arbitrariedad o irrazonabilidad manifiestas", y aclara que el mismo régimen alcanzará a las medidas dispuestas por otros órganos de la Administración Pública Nacional.

Baglini planteó que "hasta el lenguaje de ese artículo es confuso y podría generar medidas de amparos que directamente congelen su efecto. Si lo que se pretende es acotar la cuestionabilidad de los actos, con éstos no vamos a lograr nada".

López Arias coincidió en que "podría estar mejor armado el artículo, con más precisión, porque sino vamos a tener más perjuicios que beneficios". Baglini también se quejó porque hay aspectos del proyecto que sólo precisan facultades del Banco Central, pero que aparecen como innovaciones, con lo cual "se corre el riesgo de hacer creer que estamos creando algo, lo cual puede ser peligroso para decisiones que ya haya tomado esa entidad".

La iniciativa fue remitida al Congreso el viernes 23 de mayo a la noche, en el último acto oficial de Eduardo Duhalde como presidente, pero mantiene una continuidad de interés con la actual administración en virtud de que uno de sus impulsores es el ministro de Economía, Roberto Lavagna, que mantuvo su cargo en el recambio de gobier-no.(DyN)

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