Representantes de las empresas productoras de petróleo, de las refinadoras (Shell y Esso) y de las "integradas" (que poseen crudo propio y refinan, como Repsol-YPF y Petrobras) anunciaron que intentarán alcanzar una posición común para llevar a la mesa de negociación con las nuevas autoridades.
Lo que se intenta acordar es de qué modo se resolverá el tema del aumento de los combustibles, luego de que el 31 de mayo, venció el plazo del acuerdo que el gobierno de Eduardo Duhalde había alcanzado con las petroleras para frenar la seguidilla de aumentos en las naftas registrado tras el fin de la convertibilidad.
Ese acuerdo, que fue prorrogado dos veces (el primero se alcanzó el 2 de enero y se ratificó el 25 de febrero) congeló las subas a cambio de un precio fijo para el petróleo (28,50 dólares el barril) y la posibilidad de compensar con el tiempo las diferencias con el precio internacional. Ahora, con el plazo cumplido y nuevas autoridades, las petroleras buscan aunar un criterio, por lo que esperan reunirse a partir de mañana.
La mayoría de las empresas adelantó que la predisposición es "no poner palos en la rueda, a una semana de haber asumido" el presidente Néstor Kirchner, aunque fuentes del sector, dijeron que sería conveniente dejar de lado el acuerdo y volver "al esquema anterior de precios libres".
"En algún momento hay que sincerar este acuerdo, que se hizo previendo el eventual desbarajuste en los mercados que podía ocasionar la guerra en Irak. Eso ya terminó, sería conveniente volver cuanto antes al esquema de precios libres", comentaron los portavoces.
La reunión con el Gobierno aún no tiene fecha, aunque se espera que se produzca esta misma semana. (Télam)
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