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La operación fue desbaratada a tiempo gracias a un llamado telefónico de personal de la empresa Imextrade, que denunció a la policía la existencia de movimientos sospechosos de una camioneta en las inmediaciones del canal de riego.
El punto del canal donde se detectó el ilícito es el tramo ubicado al noreste de la zona urbana de Cinco Saltos.
En tanto, fuentes policiales indicaron que no habría intervenido más de una persona en el proceso que se detectó el viernes.
Desde la fuerza de seguridad no fue suministrada la identificación del detenido, aunque desde la comisaría Séptima de esta localidad se informó que se trata de un hombre de 31 años, radicado en la vecina ciudad de Cipolletti.
De acuerdo a la descripción realizada por una fuente policial, cuando llegaron los uniformados el sujeto estaba munido con herramientas específicas para la operación y se trasladaba en una camioneta tipo estanciera.
Cuando la policía llegó al lugar alrededor de las 21, en la zona rural en inmediaciones a Imextrade, se encontró allí con la camioneta cargada con varios rollos de la membrana antifiltraciones.
Intentó esconderse
Aparentemente no había nadie en las cercanías, por lo que luego de un rastrillaje por las inmediaciones, a unos 50 metros apareció el dueño de la camioneta que según se especuló, se habría escondido a la espera de que los efectivos abandonaran el lugar.
En total se secuestraron casi 80 metros de la malla utilizada para revestir el canal principal de riego.
Según las primeras estimaciones, una importante ganancia le hubiera reportado al ladrón la comercialización en el mercado negro de la membrana si hubiera cumplido con sus objetivos.
Este dato surge luego de conocer que, sólo para volver a realizar el trabajo de colocación, el Consorcio de Riego local deberá desembolsar una suma de dinero que se ubica entre los 2.000 y 3.000 pesos.
A lo largo de los cien kilómetros que tiene el canal principal de riego en el Alto Valle no son pocas las zonas en las que desconocidos han producido enormes perjuicios a raíz del robo o destrucción del material que aisla el agua con el terreno natural.
El principal inconveniente para las chacras aledañas al curso de agua una vez quitada la malla radica en las filtraciones, que elevan la napa freática y afectan las raíces de las plantas.
Más allá de las constantes quejas y pedidos desde los consorcios a los vecinos, nada puede detener esta modalidad delictiva, que además de los beneficios económicos muchas veces se implementa para colocar el material en los techos de precarias viviendas.
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