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Sábado 14 de junio de 2003 | |
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Bellas Artes bajo cero |
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Por Margarita Sobrino (*) |
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| El título de este artículo no es una metáfora, tampoco el anuncio de una exposición de esculturas de nieve en algún lugar del planeta, ni alude a una muestra de plástica, de teatro o de danza en algún confortable espacio dedicado a expresar temáticas del sur de la Argentina. Se refiere a alumnos y docentes que han alcanzado la calle del frío invierno neuquino para "desarrollar sus clases", para "expresar su resistencia y su lucha" frente a la falta de un edificio propio para el desenvolvimiento de sus actividades creativas. El título trata también de la calificación que el gobernador Jorge Sobisch asigna a la educación artística que se realiza a través de la Escuela Provincial de Bellas Artes. ¿Por desconocimiento o por seguir los lineamientos de un proyecto que ha fracasado en todo el país, a través de la aplicación de la ley federal de Educación? La mencionada ley que lleva el Nº 24.095, en el capítulo VII titulado Regímenes Especiales, incluye 2 artículos referidos a la educación artística. De esta manera, junto a la educación de adultos y a la educación especial, se las separa del sistema educativo como ámbitos ajenos. ¿No se educa para y por el arte? Significativas experiencias del movimiento de escuela nueva del país y del extranjero tuvieron y tienen como eje pedagógico al arte en sus múltiples expresiones. Es difícil evaluar intenciones, pero sí es posible evaluar hechos. Con edificios prestados o alquilados desde hace más de 40 años, la Escuela de Bellas Artes de Neuquén es una prestigiosa institución formadora de docentes, generadora de espacios de desarrollo creativo para personas de diferentes edades y orientaciones en plástica, teatro y en otros tiempos de folclore y diseño. En tales condiciones edilicias, no es dable esperar que el docente pueda organizar sus clases, utilizar estrategias pedagógicas para el aprendizaje, evaluar el trabajo de los alumnos. En tales condiciones edilicias, los alumnos difícilmente puedan expresar libremente sus talentos, ordenar sus materiales y enriquecer creativamente sus esquemas de acción. Sin dudas es muy importante para el desarrollo de esta vocación contar con el escenario propicio como lo tuvieron entre tantos Spilimbergo y Berni o Lola Mora, para nombrar una mujer que fue, hace más de 100 años, becada por el gobierno argentino para desarrollar en Italia su capacidad de artista plástica. Ellos también tuvieron escuelas, tuvieron maestros y fueron maestros. El Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe (Promedlac-1980-2000) de la UNESCO contribuyó a un significativo esfuerzo regional para ampliar la cobertura de los sistemas educativos, reducir el analfabetismo e introducir reformas para mejorar la calidad. El nuevo Proyecto Regional para América Latina y el Caribe (Prelac-2000-2015) de la UNESCO propone estimular cambios sustantivos en las políticas públicas para hacer efectiva la propuesta de educación para todos y de la mejor calidad para todos. La finalidad del proyecto regional de educación para los siguientes tres lustros es promover cambios para el mejoramiento desde la escuela a todo el sistema. La calidad educativa, según ese documento, está íntimamente ligada a la formación inicial y permanente del docente, al mejor aprendizaje de los alumnos, a la participación social en espacios de decisión y de hecho a la infraestructura edilicia y tecnológica que el Estado debe proveer a las escuelas de su dependencia. En un país federal como el nuestro, las provincias son las responsables directas de la educación, por lo tanto es al gobernador Sobisch a quien la Constitución le impone el deber de dar respuesta a las necesidades urgentes del pueblo. La prioridad de la educación como instrumento clave del desarrollo debe reflejarse en el aumento o mejor distribución de la inversión económica destinada a educación. Este aumento o la mejor distribución se justifica por el lugar que debe ocupar la educación en la nueva sociedad del conocimiento y por la urgente necesidad de que toda la población ejerza su derecho de acceder a una educación de calidad. Para ello es imprescindible asumir con mayor responsabilidad la obligación de hacer efectivo este derecho. (*) Ex ministra de Educación de Córdoba |
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