Martes 24 de junio de 2003 | ||||
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La Policía también está bajo la lupa de los investigadores Van once días de la desaparición de Sergio Avalos. Secuestraron los libros de guardia de las comisarías. Buscan registros de comunicaciones internas.
NEUQUEN (AN)- La propia Policía es uno de los ejes bajo investigación por la desaparición de Sergio Avalos, el estudiante universitario del que nada se sabe desde hace 11 días. Por orden judicial fueron secuestrados los libros de guardia de todas las comisarías de esta capital, y se pidieron registros de todas las comunicaciones internas entre efectivos realizadas la madrugada del sábado 14. El local bailable "El Fuerte", en el que fue visto por última vez, también está siendo investigado a fondo. Ya realizaron allí dos inspecciones oculares y fueron secuestrados entre tres y cinco vehículos pertenecientes a personas allegadas al boliche. Además, el viernes pasado personal del departamento Homicidios se mimetizó con la clientela para buscar eventuales testigos. Estas dos líneas de investigación fueron calificadas por algunas fuentes consultadas por "Río Negro" como "rutinarias, porque no descartamos ninguna hipótesis", y hasta el momento no arrojaron resultados. En tanto, estudiantes universitarios que ayer participaron de una masiva marcha pidiendo la aparición de Sergio admitieron que algunos testigos son reticentes en declarar porque existe "temor" (ver aparte). Por otra parte, sigue sin concretarse la reunión entre el gobernador Jorge Sobisch y los familiares del estudiante de 18 años oriundo de Picún Leufú. El sábado, el gobernador declaró en Junín de los Andes que el domingo los recibiría en la residencia de la Costa "para expresarles que la provincia va a poner todos los medios que sean necesarios a su alcance y que ya estamos trabajando a fondo en el tema", pero hasta anoche los parientes del joven seguían esperando una invitación oficial . Desde que Sergio desapareció, los investigadores han seguido numerosas pistas que los condujeron a callejones sin salida. Mientras se lo sigue buscando en el río y las bardas, se fueron cotejando de a una las versiones que indicaban que lo habían visto acá o allá, desde Planicie Banderita hasta la zona rural de Cipolletti, pasando por el taxista que supuestamente lo recogió a la salida del boliche. Otros procedimientos fueron realizados en Añelo y El Chocón, y se interrogó a todos los puesteros de la zona. Los esfuerzos fueron, hasta ahora, infructuosos. Las pistas se cayeron. El vasto operativo de búsqueda es coordinado por el grupo de policías que integran el departamento Seguridad Personal, mientras que los 250 efectivos que caminan las calles son cadetes de la escuela que todavía no terminaron su formación y fueron sacados de la academia para colaborar en la emergencia. El rastrillaje por la ciudad incluyó todos los centros de atención médica, las paradas de colectivos y de taxis, las estaciones de servicio, las trabajadoras y trabajadores de la noche, otros centros de diversión nocturna y cuanto posible lugar pudiera haber detectado el paso del estudiante. Posibles conexiones Hasta se buscó, y se descartó, una posible conexión entre la desaparición de Sergio y el crimen de una mujer ocurrido en el barrio San Lorenzo 24 horas después. A la lupa no escapó el boliche donde estuvo Sergio. Dos veces le realizaron inspecciones oculares (no son allanamientos, porque al tratarse de un lugar abierto al público no se aplica esa figura); todo el personal de custodia fue interrogado; y según aseguró una fuente, secuestraron entre tres y cinco vehículos utilitarios vinculados con El Fuerte para realizarle pericias que dieron resultado negativo. También fueron infiltrados policías de investigaciones la noche del viernes pasado, para detectar clientes habituales del día en que desapareció Sergio (esa noche pasaron 2.500 personas por El Fuerte). El otro segmento "en observación" es la propia Policía. Por eso, indicaron las fuentes, se ordenó el secuestro de todos los libros de guardia de todas las comisarías de la capital. Pero ante la hipótesis de que Sergio hubiera sido víctima de un procedimiento ilegal, que no quedaría asentado en ningún documento oficial, se pidieron copias de todas las comunicaciones internas mantenidas entre los policías y el Comando la madrugada del sábado. Al parecer esos diálogos quedan registrados y serán revisados uno a uno. Estas líneas de investigación están vinculadas con la hipótesis de la desaparición forzada. La otra posibilidad, es decir que Sergio se haya ausentado por propia voluntad, tiene cada vez menos fuerza. El perfil psicológico del joven y de sus familiares, que elaboraron los expertos a pedido de la justicia, desalienta esa alternativa.
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