Martes 24 de junio de 2003

María Luisa Sobarzo

Detuvieron a un sospechoso y ayer recuperó la libertad

 

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Los rastrillajes para encontrar pistas por el crimen de Sobarzo no dieron resultados positivos.

NEUQUEN (AN)- Durante 48 horas, un hombre estuvo detenido sospechado de participar en el asesinato de María Luisa Sobarzo, ocurrido en el barrio San Lorenzo la madrugada del domingo 15. Pero como no lo individualizaron en rueda de personas, ayer al mediodía recuperó su libertad. Sugestivamente la testigo que dijo no reconocerlo se lanzó a llorar, sin explicar el motivo, cuando le pidieron que indicara si conocía a alguno de los sospechosos que tenía delante de ella, vidrio opaco de por medio.

El sospechoso, de alrededor de 30 años, fue detenido el viernes pasado durante un allanamiento que se realizó en su vivienda.

No trascendió su identidad, y fuentes allegadas a la causa revelaron que entre sus pertenencias encontraron ropas manchadas con sangre que serán sometidas a pericias.

Los investigadores llegaron a ese sospechoso a través de la declaración de una testigo que la madrugada del domingo 15 observó una extraña escena: un grupo de hombres rodeaba a una mujer, y forcejeaba con ella.

En el sector donde observó este episodio fue hallado, a las 10 de la mañana de ese día, el cadáver de Sobarzo. La víctima fue golpeada brutalmente con una llave "de boca", le desfiguraron el rostro y le causaron la muerte por politraumatismos en el cráneo. En el crimen podría haber intervenido más de una persona, algo que se deduce por las características de las heridas que describen los forenses.

Algunas de las ropas que le pertenecen al sospechoso se parecen a las que, según la testigo, vestía uno de los que abordó a la víctima, lo cual reforzó las presunciones en su contra.

Sin embargo, la clave era la rueda de reconocimiento que se realizó ayer al mediodía. Y dio resultado negativo, por lo que los investigadores se quedaron como al principio. O casi.

Porque según relataron fuentes con acceso a la causa, la testigo se puso a llorar cuando la pararon, vidrio opaco de por medio, frente a una fila de hombres entre los cuales estaba el sospechoso.

Entre lágrimas, una y otra vez la mujer de unos 55 años negó reconocer a alguno de los sujetos. Y cuando le preguntaron por qué lloraba, se negó a responder.

Al fracasar la rueda de reconocimiento, la justicia dejó en libertad al detenido aunque lo citó para que se presente hoy. Le tomarán una declaración "explicativa" para que tenga la oportunidad de ofrecer su versión.

Mientras tanto fueron encargadas pericias en las ropas manchadas con sangre que secuestraron en su vivienda. Y se continúa la investigación para averiguar quiénes más estuvieron la madrugada de ese sábado en la zona del barrio San Lorenzo

donde apareció el cadáver.

El cuerpo de Sobarzo fue hallado completamente vestido. En la muñeca tenía un reloj y en sus manos lucía un anillo. No tenía cartera, pero nadie sabe a ciencia cierta si llevaba una.

Una hipótesis es que la abordaron para robarle, pero no se descarta el móvil sexual de la agresión. Esta versión se basa en que la víctima tenía desprendido un botón del pantalón, y le quitaron las botitas de media caña que calzaba, las que aparecieron tiradas sobre el cadáver.

A pocos metros, además, estaba la llave "de boca" con manchas de sangre con la cual la ultimaron.

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