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Confirman procesamiento al magnate venezolano

Los jueces de la Cámara Segunda del Crimen consideraron que hay elementos suficientes contra el magnate Eduardo Schlageter, la prostituta Patricia Uribe y Bernardo Eppstein. De nada valieron los argumentos de los abogados defensores y los camaristas confirmaron los procesamientos por promoción a la prostitución de menores. De esta manera, la causa sigue su camino hacia el juicio oral, que no será público por haber víctimas menores.

El millonario Eduardo Schlageter sigue cumpliendo prisión domiciliaria en su casa ubicada en el kilómetro 17 de Bariloche.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Segunda del Crimen rechazó en parte los argumentos de los defensores de dos imputados y respaldaron la prosecución del juicio por promoción de la prostitución de menores, en una causa que involucra a un acaudalado empresario Venezolano, a una prostituta y a un vecino barilochense.

Sin embargo, los jueces atendieron favorablemente a otras cuestiones, y ordenaron internar en un instituto de menores a Patricia Uribe, al considerar que parte de los delitos que le imputan los habría cometido antes de cumplir los 18 años, y devolver su pasaporte al imputado Eduardo Pius Schlageter Boulton, dado que se encuentra custodiado y ya libraron orden de prohibición de salida del país. El recurso presentado por su abogado en defensa de Bernardo Eppstein, el vecino barilochense acusado, también fue denegado, pero desde hace varias semanas el imputado goza del beneficio de detención domiciliaria, en atención a su estado de salud y a las condiciones de habitabilidad de la alcaidía.

La causa se inició el 1 de febrero último, cuando una niña de siete años regresó a su casa con zapatillas y ropas nuevas, que despertaron las sospechas de sus padres. La menor no tardó en confesar cómo había accedido a esos regalos, y luego que un médico certificara las lesiones en sus partes íntimas que había sufrido, declaró ante el magistrado Gregor Joos.

La niña relató que su prima de 14 años y Patricia Uribe la habían llevado a una casa donde le sacaron la ropa y la subieron a una cama, donde un señor "viejito y con anteojos" comenzó a tocarla y brindó detalles comprometedores para los acusados, algunos de ellos aberrantes que "Río Negro" se reserva.

También describió el interior de la casa de Eppstein De esos dichos, el juez interpretó que Schlageter le había dado 100 pesos a la niña, 300 a Uribe y 100 dólares a su prima, y secuestró el video de una agencia de cambio donde se observa a las tres convirtiendo los dólares en pesos.

Con este y otros testimonios de similar contenido, el juez Gregor Joos dictó el auto de procesamiento contra los imputados y calificó de "compleja sino imposible" la tarea de recibir los testimonios no jurados de las niñas "agobiadas por el dolor, la vergüenza y el temor", que reflejaban "por su angustia y espontaneidad, absoluta sinceridad". Encontró acreditado el delito de corrupción en una de las niñas, de 12 años, que luego de ser abusada se convirtió en sujeto activo del delito, al llevar a su amiguita de 11 años al encuentro con el presunto abusador, y protagonizar un hecho objetivamente corrupto, porque las dos fueron manoseadas al mismo tiempo, en la misma cama, y en presencia de Patricia Uribe.

Para el juez, eso "demuestra claramente cómo melló en la psiquis de la menor lo vivido, cómo el dinero pudo corromper su infancia, y cómo influyó ese primer hecho en su conducta posterior".

El defensor de Schlageter, Juan Carlos Rojas, consideró nulos los primeros actos de la instrucción, y calificó como "fruto del árbol envenenado" al resto de la prueba que compromete a su asistido, pero los jueces Miguel Angel Lara y Héctor Leguizamón Pondal rechazaron el recurso El vocal Alfonso Pavone sólo consignó que "habiendo coincidencia" se abstenía de emitir su voto.

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