Tres presos denunciaron represalias por un motín

Los golpearon y alojaron en celdas de castigo sin luz y para calefaccionarse les prenden fuego a envases plásticos.

En el motín del miércoles pasado amenazaron con quemar vivo a un guardia.

NEUQUEN (AN)- Tres detenidos de la Unidad 11 denunciaron que fueron víctimas de apremios ilegales el fin de semana pasado, en aparente represalia por el motín ocurrido el miércoles en esa cárcel provincial. Además revelaron el trato recibido en la celda de castigo en la que fueron confinados: duermen en el suelo, no tienen luz ni agua caliente, y para calefaccionarse queman envases plásticos vacíos de gaseosa. Del maltrato no salvó ni siquiera uno que tiene paralizado medio cuerpo.

Los internos, cuyas identidades no trascendieron, tienen marcas de golpes en diversas partes del cuerpo. En su denuncia expusieron que les dieron trompadas y patadas, y señalaron como autores a cuatro o cinco guardias que ingresaron en sus celdas.

Esta nueva denuncia se suma a la profunda crisis que atraviesa la mayor cárcel provincial. La gran cantidad de detenidos y el escaso personal para controlarlo, todos sin capacitación, son el caldo de cultivo en el que se cuecen motines, revueltas, castigos y represión.

A través de fuentes judiciales se supo que los detenidos presentaron su denuncia el sábado pasado. Tres días antes, un grupo de alojados en el pabellón 4 había protagonizado un gravísimo episodio sobre el cual informó "Río Negro": tomaron como rehén a un guardia, lo rodearon de colchones y elementos inflamables y amenazaron con prenderlo fuego.

Esa crisis recién se destrabó después de tres horas de negociación. Ocho reclusos fueron trasladados a Zapala y Cutral Co, tal como reclamaban, aunque a las pocas horas la mayoría regresó a la Unidad 11 o fue derivado a la Prisión Federal, la Unidad 9.

En aparente represalia por el motín, tres detenidos fueron metidos en el "buzón". Así se llama a las celdas de castigo, que no reúnen las mínimas condiciones para alojar a una persona.

La fuente judicial que consultó este diario dijo que en el buzón no hay cama, ni luz, ni agua caliente. "Es tremendo el frío que se siente allí. Los presos, para calefaccionarse, prenden fuego los envases vacíos de gaseosa".

Tampoco hay baños sino letrinas, y los elementos para higienizarse no existen. "El agua sale helada, por eso no se lavan", añadió.

Uno de los alojados en el buzón es un detenido que tiene medio cuerpo parali

zado a raíz de un balazo que recibió en la espalda, y no puede utilizar la letrina.

Además de soportar esas condiciones de alojamiento, los tres denunciaron que un grupo de guardiacárceles los golpeó. El médico certificó las lesiones.

De acuerdo con el vocero que habló con este diario, "el sábado solamente pudo revisar a dos, al tercero no lo trajeron a la consulta médica. Recién lo 'bajaron' de la Unidad 11 el domingo, y resultó ser el que más golpeado estaba".

Además, los internos indicaron que después de la revisión médica los vuelven a golpear.

Por eso se tomaron fotos del estado en el que regresan a la cárcel, y la fiscalía de turno hizo responsable "en forma personal" al director de Unidades de Detención por la seguridad de los detenidos.

Entre muchos otros problemas, en la Unidad 11 se suman la gran cantidad de personas alojadas en los pabellones, la falta de actividad (no estudian ni trabajan), su lejanía con los parientes (muchos son del interior y no reciben visita ni de sus familiares ni de sus abogados) y por otro lado la escasa dotación de personal de guardia (con el agregado de que los que están, están a disgusto).

Estos son algunos de los motivos por los que se suceden motines y represiones, y las denuncias de apremios ilegales y recursos de hábeas corpus ya suman casi tantos como en todo el año pasado.