Fracasó un intento de censurar a Parrilli

Duzdevich calificó el proyecto oficial de "vulgar chicana política"

NEUQUEN (AN).- Los diputados alineados con el gobernador Jorge Sobisch intentaron anoche promover, sin éxito, un proyecto de declaración para pedir explicaciones por las expresiones formuladas días atrás por el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, quien virtualmente le bajó el pulgar al proyecto Chihuido II que fogonea el Ejecutivo provincial. Sin embargo, la iniciativa fue desestimada por los votos de la oposición y de un grupo de diputados del oficialismo que no acompañaron a los legisladores que responden al Poder Ejecutivo provincial.

La estrategia del sobischismo apuntaba a lograr un pronunciamiento del cuerpo legislativo para solicitarle como Cámara al gobierno nacional si tiene en carpeta la ejecución de Chihuido II.

Aunque los dardos tenían como destinatario a Parrilli, quien señaló el pasado 7 de junio en Neuquén que el megaemprendimiento no estaba entre las obras prioritarias que el gobierno central pondrá en marcha en una primera etapa.

"No podemos desconocer que el doctor Parrilli es un buen político, que milita en el Partido Justicialista", recordó el presidente de la bancada del MPN, el ultrasobischista, Julio Falleti. Sin embargo, agregó, "(Parrilli) no leyó el manual del buen político y expresiones de esta naturaleza no lo dejaron bien parado".

Apenas el sobichismo le quitó un poco de maquillaje al proyecto, la oposición reaccionó y contraatacó con dureza. "Creemos que en realidad este proyecto responde a un vulgar chicana política", replicó el presidente del bloque del PJ, Aldo Duzdevich. Desde el bloque de la Alianza criticaron directamente al Poder Ejecutivo. "No nos han dado todos los elementos", dijo el presidente de la Comisión de Energía, Oscar González. En esa comisión se analiza el contrato que presentó semanas atrás el Poder Ejecutivo y el grupo empresario Pescarmona y Lagarde SA que se adjudicaron Chihuido II.

"Ha habido un abandono del oficialismo y desde el Ejecutivo desaparecieron -agregó González-. El último hombre que vino fue el ministro de Hacienda (Alfredo) Pujante".

Su par de bancada, Ricardo Villar exigió "presupuestos confiables y no dibujos como el que presentaron". Y opinó que el proyecto "viene mal parido porque se está desvirtuando la figura de la iniciativa privada". "Es muy fácil hacer dibujos y que la plata la ponga el Estado", remató.

Según consta en el contrato presentado por el Ejecutivo neuquino, para ejecutar Chihuido II, la provincia y el gobierno nacional deben aportar 129 y 220 millones de dólares, mientras que el grupo privado invertirá 129 millones de dólares y controlarán la generación de energía por lo menos durante 25 años. Además, Pescarmona tendrá bajo su exclusiva responsabilidad la comercialización de 6.000 hectáreas que deberán poner bajo riego y listas para poner en producción a un valor de 25.000 dólares la hectárea.

Por eso, para Villar "no se pueden seguir haciendo obras a cualquier precio".