Un matrimonio, con ayuda de la gente, alimenta y da ayuda escolar a 35 chicos

Los chicos reciben comida, contención y enseñanza para la escuela.

CATRIEL (ACA).- El colectivo los está esperando. Mientras los chicos van en viaje hasta el "Rinconcito de los enanos", Fabián y Blanca junto a sus hijos les preparan el desayuno. La mesa está lista con 35 tasas y varios platos con pan y galletitas. Los "enanos" compartirán el desayuno y también carcajadas. Luego, satisfechos, se disponen a estudiar las tablas y a leer cuentos que matizan algo su infancia difícil. Cuando llegue el recreo jugarán, pero también aprenderán los valores de solidaridad y respeto a la familia. Al volver Fabián y Blanca los despiden con besos y un abrazos hasta el próximo sábado. Y los "bajitos" se marchan, con una triste sonrisa que dice "gracias".
"El Rinconcito de los enanos" comenzó como un merendero que funcionaba en la casa de la familia Rojas, pero con el tiempo comenzaron a sumarse más chicos de escasos recursos, que eran del barrio. Hoy, los Rojas, con el aporte de la comunidad, asisten a más de 35 niños en situaciones de riesgo como desnutrición -en la que tuvieron casos que hoy estan controlados- carencias extremas y problemas familiares.
Pedro es uno de los chicos. Blanca y Fabián en los días de semana se dan una vuelta por su casa, para ver que necesitan él y su familia. En este momento, Pedro no cuenta con una vivienda digna, por lo que el matrimonio Rojas le esta ayudando a él y a los suyos, a construir un lugar más apto.
"A veces cuando le vamos a pedir a las autoridades que nos ayuden con una chapa o una puerta, te dicen: "bueno, pero vení la semana que viene" -dijo uno de los coordinadores, que agregó- pero vos no sabés la bronca que da, cuando vos al problema lo tenés hoy".
La semana pasada, el clima fue propicio a las gripes y resfríos, pero ningún chico se enfermó. "Yo siempre les digo a los chicos que vienen a compartir con nosotros un momento -en el que no sólo se alimentan- que tienen un Dios aparte", afirmó el fundador del "Rincón de los enanos". Tal vez ese Dios sea que en este lugar reciben las tres raciones alimenticias -desayuno, almuerzo y merienda- y también apoyo escolar y contención para ellos y en lo posible a sus padres.
"Algunos chicos agradecen y me dicen "chau papá", y otros no te dicen nada o no tienen buen carácter, porque están mal".
A pesar de que les han robado kilos de alimentos, que nunca aparecieron, que no reciben otra ayuda más que la de la comunidad y que a veces los problemas los agobian, continúan... no se cansan. Llevan la misma cantidad de músculos que otras personas, pero los distingue la satisfacción de hacer algo por los otros y por ellos mismos. En julio, Fabián y Blanca viajarán a Mendoza para capacitarse con el doctor Urbino, que tiene un centro de contención integral para chicos. Siguen soñando entre platos de tallarines y cuadernos, entre chapas y puertas que se abren, todos los sábados.

Hoy, festival solidario

El Ciber Café de la avenida San Martín de Catriel será hoy a las 19 el escenario en el cual las fotos de Julio Martínez, la música, iluminación y hasta la expresión corporal, harán vibrar a quienes, con un alimento no perecedero, concurran al encuentro solidario. Pintores, decoradores, músicos y otros amantes de la expresión trabajan para colaborar con el Centro de Ayuda al Niño en Riesgo "El rinconcito de los enanos", que brinda el pan a 35 chicos cada sábado. "El motivo de la muestra será otra mirada este lugar", dijo Martínez, quien compartirá su trabajo fotográfico a través de escenas que rescató "de la naturaleza, de los atardeceres y de los rostros resquebrajados por el tiempo. Quiero mostrar la belleza y la identidad de nuestro lugar, que es un poco mestiza y otra poco petrolera", afirma con orgullo. Destacó que hay mucha gente que tiene una "gran fuerza creativa", sólo hay que despertarla.