Suspendieron una actividad cultural en la Unidad 11. Jefes invocaron "razones de seguridad".
A los presos, la murga los hace soñar. Pero las murgas y los disfraces están prohibidos dentro de la cárcel "por condiciones elementales de seguridad".
A los presos, leer los hace crecer. Pero no tienen biblioteca. Y la que planeaban empezar a construir mañana, junto con la Asociación Zainuco y otras entidades defensoras de los derechos humanos, quedará en sólo un proyecto. Ayer, las autoridades de la Unidad de Detención 11 prohibieron una amplia actividad cultural programada para el domingo.
Ni el color amarillo, ni las murgas, ni los libros.
"Primero nos pusieron todos los obstáculos que pudieron. Finalmente nos prohibieron toda la actividad cultural que teníamos programada. Quedó en claro que el objetivo era impedir el ingreso de los libros", dijo la presidenta de Zainuco, Gladys Rodríguez.
Habían programado un domingo distinto en la U11 junto con APDH, HIJOS, la Universidad Trashumante, la Biblioteca Fonseca de Centenario, las mur-gas Pido Gancho y Cobija Sue-ños, ATEN provincia y capital, el sindicato de Ceramistas y la secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Comahue.
Gladys Rodríguez y la artista plástica Marta Such dijeron a "Río Negro" que las actividades culturales nunca tuvieron buena recepción por parte de las autoridades de la cárcel. "Es absurdo o-ponerse. El pabellón 3, que según la Policía es el más terrible, se convirtió en un mundo distinto. En mis 40 años de docencia po-cas veces he visto tanta sensibilidad, tantos mensajes de paz", dijo Such.
Recordó que existe un proyecto para crear la escuela de arte dentro de la cárcel, "como formación de oficio y con salida laboral. Me imagino que nadie podría negarse a esto".
Rodríguez, por su parte, reseñó los obstáculos que les fueron presentando a la realización de una jornada cultural para mañana, que incluía la instalación de bibliotecas en cada pabellón, a cargo de los internos.
"Queríamos entrar todas las organizaciones, pero nos impusieron que solamente podíamos ingresar de a cinco personas y pabellón por pabellón. Pusieron como argumento los hechos de violencia, en referencia a la represión desatada contra los internos en tantas ocasiones".
Una comunicación firmada por el comisario Angel Lepen afirma que "no sería factible implementar las actividades culturales pretendidas por los hechos de violencia ocurridos precedentemente por parte de los inter-nos".
Añade que "no se autoriza el ingreso de grupos de murgas con disfraz por las mismas condiciones elementales de seguridad". También hace alusión a "la falta de personal para cubrir las actividades".
Rodríguez recordó que a raíz de las continuas denuncias de violaciones a los derechos humanos, la conducción de la Unidad 11 fue descabezada.
Ayer a la tarde les avisaron que la prohibición sería total. "Quedó demostrado que el objetivo era impedir el ingreso de los libros". Aunque Rodríguez tiene otra sospecha: "recibimos denuncia de que hubo represión en el pabellón 2. Quizá no nos dejan entrar para que no veamos el estado en el que se encuentran los detenidos".
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