A pesar de que la madre biológica se mostró arrepentida ante los medios, nunca se presentó ante la jueza de Familia Alicia Favot. Como consecuencia, un matrimonio -sobre el que no pueden trascender datos- recibió en guarda al pequeño de seis meses que permanecía en el hospital de Cipolletti. Ahora habrá que esperar algunos meses para que la Justicia decida si se trata del hogar adecuado para el menor. La selección se hizo entre 60 parejas anotadas en 15 días.
La decisión la tomó la jueza de Familia Alicia Favot, que hace un mes tuvo que apelar a la apertura de un registro paralelo al tradicional porque ningún matrimonio inscripto manifestó interés en el chiquito, que sufre pequeñas discapacidades.
La madre biológica del bebé, que había reclamado por los medios la devolución del chiquito abandonado, nunca se presentó al juzgado a hacer formar su pedido.
Como se trata de menores de edad y de un proceso de adopción, la ley prohíbe que trasciendan los nombres. Para evitar la frialdad de lo impersonal, "Río Negro" lo llamó Pedro.
Este bebé tiene ciertos problemas auditivos y visuales. Habrá que ver ahora si con las cuotas de amor, cariño y contención que seguramente recibirá puede superar junto a la medicina esas dificultades.
El primer día hábil posterior al anuncio de este diario sobre la apertura de un registro extraordinario de adoptantes, a la jueza Favot le llovieron los interesados, al punto de que en cuestión de dos semanas, la lista tenía los nombres de 60 matrimonios.
Para la jueza era una preocupación doble porque, por un lado, Pedro llevaba siete meses viviendo en el hospital de Cipolletti -un ambiente poco apto para el desarrollo de un bebé- y, por el otro, el de este chiquito era el primer caso de adopción que se había iniciado en su juzgado, que tiene apenas un año de vida.
El matrimonio que fue seleccionado por la jueza, tras todos los exámenes y relevamientos que las normas exigen, tienen desde ayer a la mañana la guarda del pequeño.
Tendrán que pasar algunos meses para que los especialistas de la Justicia determinen si la vida del bebé en ese hogar es todo lo adecuada a lo que el chiquito precisa. Recién entonces, el matrimonio recibirá la adopción de Pedro.
Los datos de la mujer y el hombre que se transformarán en los padres de bebé no se pueden difundir y por ello la Justicia se negó a darlos.
Lo emocionante del caso es que en cuestión de días se encontró gente "dispuesta a brindarse como padre para alguien que lo necesita y no buscando un hijo determinado", le dijo ayer la jueza Favot a este diario.
La magistrada leyó en el diario el reclamo de Laura, la madre biológica de Pedro, pero confirmó que su juzgado no recibió reclamo alguno, por lo que el proceso siguió en marcha.
Es más: Laura recibió una citación para que comparezca ante la Justicia y entregue el DNI de su hijo, y no lo hizo.
Favot no quiso entrar en detalles porque, dijo, son parte de un expediente secreto; sólo dijo que en el caso de Pedro se cumplieron todos los recaudos para que la Justicia decida dar en adopción a un menor.
Pedro nació en septiembre de 2002 en el hospital neuquino Castro Rendón.
Para acentuar su tratamiento fue derivado al Bouquet Roldán, de la misma ciudad, y luego al Pedro Moguillansky de Cipolletti.
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