Jueves 15 de mayo de 2003 | ||
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Niebla matinal mantuvo cerrado el aeropuerto de Neuquén | |
La intensidad del fenómeno impidió la llegada y partida de los vuelos. Las condiciones de operabilidad sólo se recuperaron alrededor del mediodía. |
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NEUQUEN (AN).- Una mañana típicamente londinense mantuvo cerrado ayer el aeropuerto de Neuquén durante más de tres horas. En ese lapso, un avión que debía aterrizar aquí fue desviado a Bariloche y otro partió con destino a la ciudad de Buenos Aires con dos horas y media de retraso. Las malas condiciones climáticas dejaron varados a los pasajeros en el hall central del aeropuerto capitalino. Una intensa niebla que comenzó a bajar sobre la ciudad a partir de las 8 obligó media hora después a cerrar la estación aérea hasta el mediodía. El primer vuelo de la mañana que debía arribar a Neuquén a las 8.40 fue derivado al aeropuerto de Bariloche, donde permaneció a la espera de una nueva orden. Recién a las 12. 30 pudo pedir pista para aterrizar aquí. En ese vuelo viajaba el sociólogo James Petras que hoy participará de las jornadas sobre movimientos sociales y luchas obreras, en la Universidad Nacional del Comahue. El vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a la Capital Federal que tiene su horario de partida a las 9.05, despegó alrededor de las once de la mañana. La sala de espera del aeropuerto se vio colmada de viajeros que frente a lo inevitable de la situación, se tuvieron que resignar. Para ocupar el tiempo, algunos pasajeros leyeron diarios, revistas y tomaron mucho café, mientras que unos pocos decidieron volver a sus hogares y regresar más tarde. "No se puede hacer otra cosa más que esperar", dijo una señora luego de pedir explicaciones a los empleados de la aerolínea. "Pero estos atrasos nos descompaginan todo el día a quienes vamos por trabajo", se sumó un médico que tenía pactada una reunión con colegas en Buenos Aires. "Con paciencia se soporta mejor la espera", lo alentó la señora. Los pasajeros que madrugaron para embarcarse en el vuelo de Aerolíneas Argentinas a las 9.05 debieron reprogramar sus agendas del día. Algunos recurrieron a los celulares o teléfonos públicos para avisar a Buenos Aires que llegarían más tarde. "Cuando el tiempo lo disponga", agregó uno de los tantos frustrados viajeros. El aeropuerto neuquino cuenta con un sistema de guía por instrumentos que ayuda a los pilotos a aterrizar a las naves cuando las condiciones climáticas juegan en contra de la buena visibilidad. Sin embargo, ese instrumental sólo sirve para días en que hay nubes muy bajas o una neblina poco densa. Ayer, los cerrados bancos de niebla que se depositaron sobre la pista de la estación aérea pusieron en jaque a la tecnología. "Lo que puede ayudar a disipar la niebla, es el Sol o el viento. Si no deberíamos tener un sistema como el del aeropuerto de Londres", dijeron fuentes de la sección de control de vuelo. Al mediodía la pesadilla fue llegando a su fin: los altoparlantes del aeropuerto anunciaron la llegada del vuelo que fue derivado a Bariloche y el embarque de los pasajeros que a las 9 debían partir a Buenos Aires. |
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