Es parte de uno de los siete proyectos que la escuela presentó para devolver los 3.000 pesos que la municipalidad aporta mensualmente para su mantenimiento. Abarcará a las personas mayores de 65 años.
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Lo novedoso es que será un beneficio por varias aristas: los planificadores del municipio tendrán datos de tipo médico de un universo determinado de personas (por edad y sector donde viven), los mayores de 65 años se someterán a un examen de detección de riesgos y los estudiantes de la universidad adquirirán experiencia en su formación, porque serán ellos los que harán el trabajo de campo, con la supervisión de los profesores.
Este sábado a las 16 en la escuela 165 del barrio Santa Clara el director de la escuela, Hernán Calvo, charlará con los habitantes de ese sector que tengan más de 65 años, seleccionados por la gente que elabora el Plan Estratégico, llamado "Cipolletticien".
Este proyecto surgió de entre siete que Medicina le presentó a la municipalidad cuando se decidió el aporte de 3.000 pesos mensuales a la escuela para financiar los gastos mínimos de la unidad académica, asfixiada por la fal-ta de presupuesto.
Para encarar este trabajo de prevención en Medicina se hicieron acuerdos con el hospital y con el Colegio de Bioquímicos. En este último caso, porque se precisan análisis clínicos.
A la gente de "Cipolletticien" le entusiasmó la idea de poder avanzar con aspectos ligados a la salud, más allá de las estadísticas que pueden proporcionar la atención de pacientes en centros de salud.
La idea no es nueva, porque el pro-pio Calvo la puso en marcha, antes de regresar a la dirección de Medicina, con los afiliados de PAMI que se atien- den en un sanatorio privado de la ciudad.
La prevención es vital en salud y no sólo en las políticas públicas. Los prestadores privados, está demostrado, pueden ahorrar recursos si los riesgos se detectan a tiempo.
La gente mayor a los 65 años forma una población vulnerable, explicó el director de Medicina. Para ellos, los riesgos más corrientes son los cardiovasculares y los respiratorios, y los accidentes.
"Estos riesgos son fáciles de prevenir y de tratar", explicó Calvo, quien además hizo notar que este tipo de tareas médicas "mejoran la calidad de vida de la gente".
Tras la charla que el director de la escuela dará este sábado en el barrio, se irá citando a la población mayor de 65 años del Santa Clara para que los estudiantes de los cursos superiores realicen los exámenes.
Se estima que a unas 70 personas se les extraerá sangre para realizar un análisis, se les tomará el peso, se los medirá y se los someterá a un examen clínico.
"Con estos datos se podrá detectar si existen factores de riesgo", explicó Calvo.
Se confeccionará entonces una ficha y si alguna de las personas examinadas no presentan indicadores de riesgo, se le recomendará regresar el año que viene, porque la idea es continuar la experiencia. En cambio, quienes sí presenten riesgos serán derivados a los médicos de cabecera (aquellos que tengan obra social, especialmente PAMI) o al hospital.
Sobre los pacientes que presentaron algún tipo de riesgo, se realizará un seguimiento a los seis meses para saber si fue disminuido con el tratamiento adecuado.
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