Lunes 12 de mayo de 2003

  La desaparición de Nicola Henkler pasó al olvido
 

A casi cinco meses de la desaparición de la turista alemana en Bariloche, la búsqueda fue abandonada. Nunca hubo pistas firmes y la suerte corrida por Nicola Henkler es una incógnita.

 
Nicola Henkler salió a caminar "por unas tres horas", según dijo en el albergue. Sin embargo, nunca más se supo de ella.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Todavía no se cumplieron 5 meses de la desaparición de la joven turista alemana Nicola Henkler, de 28 años, pero después de intensos e infructuosos rastrillajes, la policía dejó de buscarla y las autoridades ya no mencionan el hecho en sus proyectos de seguridad ciudadana. Otra desaparición que nunca fue esclarecida y está casi olvidada es la de Alejandro "Power" Pszemiarower, en un hecho ocurrido hace 4 años, donde tampoco existe una hipótesis delictiva
La joven alemana se domiciliaba en la ciudad de Dortmund y llegó a Bariloche el 17 de diciembre de 2002, luego de haber recorrido buena parte de la Patagonia.
Se alojó en el albergue "La Bolsa del Deporte", ubicado en Palacios y Elflein, y fue precisamente la responsable del alberge, Inés Tomba, quien radicó la denuncia el 23 de diciembre, al sospechar de su prolongada desaparición, aunque la joven al salir habría dicho que quería "estar un poco sola", y que caminaría por la costa del lago y luego por el cerro Catedral. Otro testigo le adjudicó estar "triste", porque recordaba mucho a su hermana y su sobrino. "Camino unas tres horas y vuelvo", habría anunciado, a la vez que aseguraba que llegaría para cenar junto con otros huéspedes del albergue.
Tomba consideró anormal que no hubiese regresado al albergue esa noche y asegura haber informado a la policía, pero recién al día siguiente le aceptaron la denuncia. En el cofre que le habían asignado encontraron una bolsa de dormir, ropa, la fotocopia del pasaporte y un pasaje desde Santiago de Chile a Auckland, Nueva Zelanda, reservado para marzo del presente año.
La desaparición de la joven turista causó preocupación porque en las dos semanas previas se habían producido cuatro asaltos con armas en circuitos turísticos tradicionales y en perjuicio de turistas extranjeros.
Las autoridades comenzaron a realizar una búsqueda casi desesperada, primero siguiendo datos de brujas y videntes, y luego, cuando los familiares de Nicola ofrecieron una recompensa, los de ambiciosos delirantes que aseguraron haberla visto en lugares tan distantes como Villa La Angostura y El Bolsón, pasando por infinidad de barrios barilochenses.
Aunque aseguran que no descartan ninguna hipótesis, las autoridades siguen apuntando hacia los supuestos de accidente de montaña o suicidio, sin mencionar que también analizaron la posibilidad de una desaparición voluntaria. La hipótesis delictiva todavía no fue evaluada como probable, pero no se pueden ignorar los antecedentes inmediatos sobre asaltos a turistas ocurridos en los días previos a la desaparición de Nicola.
El 1 de enero de este año llegó a Bariloche Fred Henkler, hermano de Nicola, junto a Roger Krenz y Tomas Siring, periodista y camarógrafo respectivamente del canal Sat-1 de Alemania, y descartó que su hermana tuviera problemas nerviosos o depresivos. Sin embargo, el tiempo transcurrido obliga a recordar que un funcionario de Prefectura asegura haberla visto en el puerto San Carlos la mañana en que desapareció, y a que el estado de ánimo de Nicola no parecía ser el mejor.
La familia de Nicola no se dio por vencida y contrató un investigador privado, pero su intervención no modificó los resultados erráticos de las búsquedas.

A cuatro años, sigue el misterio sobre "Power"

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Después de agotarse varias de las pistas que siguió la policía y la justicia en busca del paradero de Alejandro "Power" Pszemiarower, la investigación se estancó ante una encrucijada de caminos inciertos, y después de cuatro años el caso se va diluyendo, como tantos otros en Bariloche.
En este caso la justicia tampoco encontró elementos para sostener una hipótesis delictiva, ni una explicación que justifique la desaparición.
El 26 de abril de 1999, Pablo Pszemiarower denunció la irregular desaparición de su hermano Alejandro, de 37 años, quien faltaría de su domicilio desde dos semanas antes, de acuerdo a la reconstrucción que pudieron hacer de los últimos pasos del empresario.
Alejandro era el propietario de la empresa "Cabalgatas Power", ubicada en Villa Arelauquen, junto al Lago Gutiérrez, y tenía un aceptable pasar económico, sin llegar a ser una persona pudiente.
En su casa la policía halló dinero, sus documentos, el celular y el sombrero que siempre utilizaba, y el teléfono fijo desconectado y sin el casete del contestador automático. El celular de Alejandro tenía marcado el número incompleto de la comisaría 28, aunque la llamada no se registró.
La policía buscó con perros rastreadores en Villa Arelauquen, en el basural municipal y en los cerros cercanos, pero no encontró nada.
La Prefectura realizó una búsqueda en el lago Gutiérrez, y tampoco obtuvieron resultados.
No quedaron sendas sin recorrer, ni lugares con tierra removida, y los datos aportados por videntes llevó a los uniformados hasta algunos pozos y basurales, siempre con resultados negativos.

   
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