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Jueves 8 de mayo de 2003 | |
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Una mujer de Sierra Grande debe operarse, pero el Ipross no responde |
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Necesita una intervención quirúrgica en la columna vertebral. Trabaja en Salud Pública y aporta desde hace 27 años. |
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| SIERRA GRANDE (Especial)- Una empleada de Salud Pública lucha para que el Ipross se haga cargo de una prótesis y una delicada intervención quirúrgica en la columna vertebral que se debió realizar hace más de un mes. Mientras espera, la enfermedad y el dolor avanzan. Hasta el mes de febrero Angélica Paz de Cariñano, cumplía normalmente con sus labores como auxiliar de enfermería comunitaria y agente sanitaria en el policlínico Pablo Bianchi de esta localidad. Disfrutaba de la posibilidad que su trabajo le brindaba de estar en permanente contacto con la comunidad, pero desde hace 35 días vive una verdadera odisea por la burocracia del Ipross. A simple vista el dolor que más duele en esta mujer, afiliada a la obra social provincial desde hace 27 años, no es el físico sino del interior, por la angustia que vive a cada hora que pasa. A fines de febrero, mientras circunstancialmente estaba en San Antonio Oeste, comenzó a sentir fuertes dolores de cintura, por lo que se realizó chequeos en Sierra Grande y en Viedma. Los profesionales lograron aliviar los dolores pero no por muchos días. Hasta ese momento, sin un diagnóstico firme, pensaban que se trataba de problemas renales y se le detectó incluso un nervio retorcido en la ingle que contraía el aparato urinario, entre otras complicaciones. Pero más tarde fue derivada a Cipolletti donde le descubrieron que sus dolores se debían a una "fractura de la primera vértebra lumbar, con derrumbe de los miembros posteriores, haciendo reducción y aplastamiento del elemento neurológico" según expresa el diagnóstico que realizó el doctor Carlos Fernando Puyó, de esa ciudad, y que con simples palabras Paz resumió como "un derrumbamiento de la columna vertebral que puede obstruir la médula y quedar inválida". La indicación médica fue contundente y, luego de una inter consulta con otros profesionales Puyó indicó a su paciente que debía realizarse una cirugía "urgente", con la colocación de unas prótesis en forma de ganchos separadores. La operación debería haberse realizado entre el 8 y el 10 de abril, pero las gestiones que la paciente realizó ante el Ipross, para que se haga cargo de la intervención quirúrgica y de la prótesis, que costaría 2000 dólares, hasta ahora fueron vanas y para colmo el dolor crece todos los días. Mientras narraba su calvario, lágrimas de dolor e impotencia derramaba esta mujer, que ha dado mucho por la salud de los demás pero la obra social a la que aportó desde que trabaja en Salud Pública pocas respuestas le acerca. |
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