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Jueves 8 de mayo de 2003 | ||
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La muerte del cura Gregui vistió de luto a Neuquén |
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Su obra junto a los más carenciados, fue reconocida desde diversos sectores. En la Catedral de la capital neuquina se celebraron tres misas, y se repitieron en algunas capillas barriales. |
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El padre León Piovesán -de 71 años- recuerda la última frase que escuchó del padre Juan Gregui, el cura que dejó su sello en esta capital donde hizo un "grandísimo bien" y sembró una generosa obra: por caso, fundó el colegio de oficios San José Obreros y el Don Bosco. Ayer a la tarde, el padre León era el único habitante del colegio y la parroquia San José, allí en la calle Primeros Pobladores donde el aire huele a madera recién lijada, más allá de que las máquinas de su carpintería estén detenidas por el duelo en homenaje a Juan. Es que apenas se enteraron del deceso, casi todos los maestros se organizaron y salieron en caravana al sepelio del hombre cuya vida se apagó en Fortín Mercedes. Había nacido en Carmen de Patagones, junto a la lengua del río Negro, donde ayer fue sepultado. Entre los docentes que viajaron hacia la provincia de Buenos Aires había muchos que fueron alumnos en otras épocas. "Una persona muy valiosa, gran trabajador, gran sacerdote, generoso y consecuente seguidor de la obra de San Juan Bosco", definió Piovesán ayer parado en los umbrales de la parroquia junto a los talleres de la escuela de oficios. Gregui, un hombre de enorme personalidad y fortaleza, murió a los 87 años. Piovesán, que no lo veía desde que dejó la comarca Viedma-Patagones, dice que el padre Juan permanentemente hablaba de Neuquén y de su gente. Tenía una colección de recuerdos, de amigos y de discípulos por estos lares. En la década del "60 fue quien recibió a Jaime De Nevares cuando éste se hizo cargo de la Diócesis de Neuquén. Ayer en la Catedral de la avenida Argentina, por su fallecimiento se celebraron tres misas, que se repitieron en los dos establecimientos antes mencionados y también en otros puntos de la provincia. Además de los colegios neuquinos, Juan Gregui fundó del Cardenal Cagliero de San Carlos de Bariloche y el de los talleres del Don Bosco de Zapala. Una enorme obra El cura salesiano dejó una enorme obra en la región y su muerte impactó de lleno en muchas personas que venían ya golpeadas por el fallecimiento de Juan San Sebastián, ocurrido el 14 de marzo de este año en esta capital. Las vidas de los dos curas encuentran paralelos en la obra y en el esfuerzo, y en una encomiable tarea por ayudar a los más desprotegidos. Por esas curiosidades del destino se fueron casi al mismo tiempo. En Neuquén hicieron mucho. Cuando el sol de mayo caía con su mejor cara sobre el colegio San José Obrero, León Piovesán escarbó en su memoria y recordó la frase de Juan: "Si vas a Neuquén te vas a encontrar con un ciudad que espera al sacerdote", fue lo que Gregui le advirtió. Misa de cuerpo presente en Patagones VIEDMA (AV).- En el marco de una emotiva y concurrida ceremonia, Patagones despidió ayer al padre Juan Gregui. Los obispos de Viedma, Esteban Laxague, y de Neuquén, Marcelo Melani, se sumaron en el mediodía de ayer a los testimonios que ofreció la gente en el marco de la misa de cuerpo presente celebrada en la parroquia de Patagones donde fueron velados los restos del salesiano. La mayoría coincidió en destacar el carácter alegre del sacerdote, quien murió en Fortín Mercedes donde se levanta un colegio religioso, lugar en el que Gregui participaba de un retiro espiritual junto a católicos de Bahía Blanca, Viedma, Patagones y Pedro Luro que comenzó el lunes. Gregui había manifestado gran interés en participar de ese encuentro impregnado de un clima eminentemente espiritual dónde lo sorprendió la muerte. En Fortín Mercedes hace unos años murió y fue sepultado su hermano Alberto, también salesiano y a quien se lo recuerda como un gran músico. En la misa, el obispo Laxague resaltó la figura de Gregui como un fiel seguidor desde pequeño de los pasos de Don Bosco con un trabajo incansable en favor de los chicos y jóvenes más pobres. En este marco recordó los colegios de oficios que fundó el salesiano en distintas localidades de Neuquén con el objetivo de dar una oportunidad a miles de niños. Su alegría, el amor por la Iglesia y su acompañamiento a don Jaime De Nevares fueron otras de las características de Gregui destacadas por Laxague. En diálogo con "Río Negro" el obispo viedmense sostuvo que el salesiano vivió dos momentos en su vida: durante su juventud se dedicó a ayudar a los niños y jovencitos más pobres, mientras que sus últimos años estuvieron dirigidos a contener a los enfermos. |
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